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LO MEJOR DEL CINE José Ridoutt Polar

31 de Agosto de 2017 a las 05:39

2 películas latinoamericanas para no perderse en TIFF

2 películas latinoamericanas para no perderse en TIFF

“Una mujer fantástica,” del chileno Sebastián Lelio, gira en torno a la perseverante lucha de una mujer transexual ante la adversidad.

La actriz transexual Daniela Vega da vida a un personaje conmovedor que Lelio, autor de la aclamada “Gloria”, explora desde los ángulos más íntimos en este largometraje que viene de ganar el  Oso de Plata al Mejor Guión en el Festival de Cine de Berlín.

El personaje de Vega, Marina, se enfrenta a la muerte repentina de su compañero Orlando (Francisco Reyes), 20 años mayor, un duelo que la familia de este le impide vivir en paz. Blanco de reproches, prejuicios y violencia, Marina resistirá dignamente contra viento y marea.

Sebastián Lelio ha admitido su "fascinación" por el universo femenino, después de construir también el personaje central de "Gloria", que le valió a la actriz Paulina García el Oso de Plata.

"Hay algo en lo femenino que me resulta atractivo". "El resto es todo místico". "Vivimos una ola de retroceso general, que esconde una contra-ola que es inclusiva y quiere abrazar la complejidad de la vida", dijo el director, que reside principalmente en la ciudad de Berlín.

Segun Daniela Vega, actriz de teatro y cantante que se está abriendo paso en el cine chileno, "Es una historia de amor entre dos personas separadas por la muerte".

La película invita al espectador a "juzgar", a buscar los "límites de la empatía" con Marina y a reflexionar sobre quién determina qué amores son "legítimos".

Frente a la adversidad, esta heroína busca la forma de que no le afecte: "La forma de ponerse alas y salir volando", añadió Vega, que hasta ahora ha interpretado papeles de transexuales y se ve cambiando de rol, dando vida por ejemplo a una mujer embarazada.

 

2 películas latinoamericanas para no perderse en TIFF

En “La Cordillera”,  Hernán Blanco (Ricardo Darín), el presidente de Argentina, se encuentra ante una decisión crucial. Está participando en un encuentro de tres días entre distintos mandatarios de estado, que tiene lugar en La cordillera, en Chile. Y desde allí, en plena Cumbre de presidentes latinoamericanos, tendrá que ser capaz de resolver un asunto personal muy complicado que puede afectar tanto a su vida privada como pública. 

 "La cordillera" es la tercera y más ambiciosa cinta del cineasta argentino Santiago Mitre ("El estudiante", "La patota"), el tono del fime se acerca a un thriller' político con toques de cine fantástico que transcurre en los entresijos de una cumbre de presidentes latinoamericanos.

La película vuelve a mostrarnos un Santiago Mitre interesado por la política. Así lo vimos con su ópera prima “El estudiante”, sobre un joven que llegado del interior a la capital del país conoce la militancia política desde la universidad, dando así un vuelco rotundo a su vida, y también en su última producción, “Paulina”, la historia de una exitosa abogada que decide cambiar su cómoda vida en la ciudad para trasladarse a la argentina rural y enseñar a niños pobres, pero llegada al lugar es violada por una pandilla, aún así su coraje la hace quedarse. 

Mitre explica su preferencia temática: “En mis dos largometrajes previos he hablado de política. El primero fue una narrativa de formación política y en el segundo, hablo del compromiso político de una joven mujer cuya vida fue devastada por un trágico evento”.

Pero este proyecto parece ser mucho más ambicioso y el tema de la política se aborda en una escala mayor. Así lo deja claro el director al asegurar que con el rol principal ha querido abordar la política desde un personaje importante que respira este ambiente todo el tiempo. “Con La Cordillera quería retratar una figura política importante, un hombre para quien la política sea su trabajo. Quería confrontar su vida pública con la privada. Mostrar al hombre detrás del político”. Narrativamente Mitre junto al coautor Mariano Llinás optaron por una atmósfera de extrañeza que la acerca al género fantástico, a pesar de estar anclada a la realidad.

Para transmitir al espectador esa atmósfera extraña, Santiago Mitre trabajó muy de cerca la estética del film con el director de fotografía (Javier Julia) optando por tener un estilo documental que poco a poco se va transformando en una ficción. La dualidad del personaje de Ricardo Darín, Hernán Blanco, se ve reflejada también a través de la luz. De la luminosidad que representa su brillante carrera, aparentemente en control, se va transformando hacia un universo más oscuro a medida que se le va haciendo difícil al protagonista ocultar lo que pasa a su alrededor.

La otra parte importante en la rareza del film es el hotel que, según la producción, es un personaje adicional en la historia. Un lugar que no existe en realidad y que es la mezcla, en su interior, de varios hoteles tanto de Argentina como de Chile. La idea de generar un espacio que ayudara al ambiente de la película es descrita por Mitre: “La idea era crear un lugar cuya atmósfera pudiera llevar la película hacia lo extraño: un lugar perdido en las afueras de Santiago de Chile en algún lugar de la Cordillera de Los Andes. De la misma manera, los caminos que conducen al hotel están llenos de curvas y curvas. La sinuosidad contribuye a darle a la película una apariencia de construcción mental”.

También actuan en esta superproducción, estrellas del cine iberoamericano  como Dolores Fonzi, Érica Rivas, Hernán Romero, Elena Anaya, Gerardo Romano, Paulina García, Alfredo Castro y Daniel Giménez Cacho.

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