Nueva masacre en EE.UU., fue por una rencilla personal

El criminal abrió fuego durante la misa y luego se suicidó. 26 muertos en Texas.

Estadunidenses piden mayor control a la venta de armas, pero el presidente Donald Trump dice que el problema no el acceso a las armas, sino los problemas mentales de las personas que las compran. Estos ataques ya han dejado en las últimas semanas 90 muertos en este país, a los que se suman los muertos que han dejado los atentados terroristas.

TEXAS.- Las autoridades estadounidenses lograron establecer que la masacre en Texas, perpetrada por Devin Kelley, un exmilitar de 26 años, y que dejó 26 muertos en una iglesia baptista de Sutherland Springs, fue originada más por razones personales del agresor contra su suegra, que por motivos raciales, religiosos o terroristas, que se venían especulando.

De acuerdo a la investigación la suegra de Kelley, que era feligresa de la Primera Iglesia, era realmente el objetivo del criminal. Él ya había proferido una serie de amenazas, contra la suegra, y además había enfrentado cargos por violencia doméstica.

Pese a ello las críticas contra el Gobierno no terminan, por la falta de control a la venta de armas, mucho más cuando se descubrió que la fuerza aérea estadounidense no había informado al FBI de la condena por violencia conyugal de Kelley, lo que podría haberle impedido que el compara las armas con las que mató a 26 personas, y dejo heridas otras 20 de las cuales al menos la mitad siguen en estado muy crítico.

Respecto a las víctimas mortales, la Policía informó que una falleció en el hospital, dos fuera de la iglesia y 23 dentro del templo, donde se encontraban celebrando la misa del domingo. Más de una decena de niños y una mujer embarazada forman parte de la lista de 26 víctimas. Una de estas era Annabelle Pomeroy, de 14 años e hija del pastor de la congregación, Frank Pomeroy, quien el día del ataque no pudo atender el servicio por encontrarse de viaje junto con su mujer, en el estado de Oklahoma. Las autoridades también revelaron que el tirador, quien se presentó en la iglesia vestido de negro de pies a cabeza y con un chaleco antibalas, fue descrito como un joven blanco que aparentemente se suicidó cuando huía en su camioneta y mientras era perseguido.