Ontario quiere vender parte de la lotería para poder modernizarla

Empresa de juegos de azar sería comprada por Bell o Rogers. Tras el millonario negocio también estarían detrás algunos fondos de pensiones, especialmente, el de los Profesores de Ontario que ya maneja la Lotería Nacional del Reino Unido y la Lotería Nacional de Irlanda.

TORONTO.- Ante la falta de recursos para financiar proyectos y especialmente para modernizar el juego de las loterías desde hace meses el Gobierno de Ontario está buscando socios del sector privado que quieran invertir en la agencia de lotería a cambio de una porción de las ganancias, pero también estaría dispuesto a vender parte de ella ante los problemas de liquidez, y para ello estaría buscando que dos grandes empresas canadienses, Bell y Rogers, para que hagan sus mejores ofertas, aunque también estarían interesado en el negocio otros grupos económicos, como los fondos de pensiones.

Para el Gobierno sería muy bueno que se diera una guerra de ofertas entre las dos mayores compañías de telecomunicaciones de Canadá por Ontario Lottery and Gaming, porque permitiría hacer una gran venta de este gran activo de la provincia, que puede generar recursos estimados en $ 1,3 mil millones por año. Sobre el gran negocio los representantes de las empresas de telecomunicaciones no han querido dar declaraciones, Rogers dijo que "no hace comentarios sobre rumores o especulaciones."

Se piensa en el mundo de los negocios que Bell o Rogers pueden ser los que se queden con parte de la empresa, porque esto facilitará su modernización. Se pretende que los habitantes de Ontario pronto puedan comprar la lotería desde sus teléfonos celulares, porque recientes estudios reflejan que OLG no ha aprovechado al máximo las nuevas tecnologías y sigue vendiendo principalmente en tiendas de barrio y supermercados a los clientes en lugar de estar en línea, por eso su gran clientela solo está en los de mayor edad. Según datos extraoficiales para la modernización de la Lotería el Gobierno requiere al menos $ 1 mil millones, que deberán ingresar de un operador del sector privado.

La idea de vender la Lotería ya está generando muchas críticas entre los políticos y especialmente los partidos opositores al Gobierno, que creen que el Gobierno no debe vender los activos que le producen ganancias. Para muchos de ellos OLG debería estar buscando formas de hacer que el sistema funcione mejor para aumentar sus clientes.

La venta estratégica de parte de la empresa se daría porque el actual gobierno liberal de la Premier Kathleen Wynner no puede hacer las inversiones millonarias que requiere la Lotería, aunque fuentes del Gobierno han dicho que no se trata de una privatización porque se va conservar la propiedad y el control de este juego de azar.

La venta de OLG fue anunciado originalmente en diciembre de 2012 por el entonces gobierno del primer ministro Dalton McGuinty como parte de una modernización radical de los juegos de azar, pero este proyecto nunca se concretó porque generó muchas críticas.