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Por decreto Maduro se quiere mantener en el poder en Venezuela

17 de Mayo de 2016 a las 15:03

Nicolas

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, decretó el estado de excepción mecanismo con el que puede tomarse las fábricas, almacenes, y bodegas de empresas privadas, además del encarcelamiento de sus propietarios y le permite movilizar al ejército si hay un levantamiento social en su contra. La oposición afirma que todo lo que está haciendo el Presidente solo busca impedir la celebración del referéndum revocatorio que podría poner fin a su mandato, porque la crisis ya no aguanta más.
 

CARACAS.- Las firmas ya están lista para iniciar el proceso revocatorio del Presidente de Venezuela Nicolás Maduro, medida aprobada en la Asamblea legislativa, pero rechazada por el Gobierno que está haciendo todo lo posible para que no se realice, lo que está generando fuertes enfrentamientos entre los chavistas y los grupos de opositores que han convocado a los venezolanos a realizar marchas de protestas como mecanismo de presión para que el mandatario acepte la realización del referendo que podría poner fin a un mandato.
 

Ante la situación Maduro les respondió a los que están en contra del Gobierno, decretando el estado de excepción que le permite hacer muchas cosas, pero que podrían generar enfrentamientos entre los que protestan por la crisis y los militares. El líder opositor venezolano Henrique Capriles, por su parte está pidiendo "hacer caso omiso" del estado de excepción, e insistió en convocar una manifestación para pedir que se acelere el revocatorio.
 

"¡Planta parada, planta entregada al pueblo! Ustedes me van a ayudar a recuperar todas las plantas paralizadas por la burguesía", dijo maduro en una clara advertencia a los empresarios a los que amenazó con mandarlos a la cárcel por no producir alimentos, estos se defienden afirmando que no hay materia prima porque nadie le quiere vender a Venezuela, porque el Gobierno no quiere dar los dólares que se requieren para pagar las deudas. Mientras tanto en las calles la rapiña por comida, los asaltos a los carros con víveres, y la delincuencia a todo nivel avanzan sin control, generados en parte por malhechores, pero también por muchos ciudadanos que no soportan más la falta de artículos de primera necesidad, entre ellos alimentos y medicinas.
 

La situación es tan delicada, que el Presidente decretó de nuevo el estado de excepción y de emergencia económica, con el cual quiere salir del problema, pero lo que produjo fue una reacción en cadena de los grupos opositores que ahora están mas unidos y llamando al pueblo a salir a marchar. Maduro está aumentando los controles, entre ellos el que ejerce sobre los militares y la distribución de alimentos, porque de ello depende en gran parte que se pueda sostener en el poder, tanto que en algunos sitios se da alimentos a cambio de firmas en favor de su Gobierno y para detener el referendo revocatorio.
 

Las medidas tomadas por el ejecutivo contemplan que los militares se encargarán de ahora en delante de la distribución y comercialización de alimentos en Venezuela, mientras el Gobierno busca la forma de quedarse con las industrias que han parado su producción y ejerce un mayor control de las empresas privadas, algo que solo ha pasado en las dictaduras, en los países sumidos en una guerra civil. El estado de excepción le permite a Maduro además la posibilidad de restringir la movilidad de dinero en su forma física y electrónica, impide sanciones políticas contra las máximas autoridades de los poderes públicos, lo que le dejaría en libertad a los representantes del Gobierno de hacer muchas cosas que constitucional y legalmente no podrían. La medida seguramente le van a servir al Presidente para sostenerse en el poder por más tiempo, porque puede impedir el avance del referendo, lo que implicaría que este año no se podría realizar la revocatoria de su mandato.
 

La primera vez que Nicolás Maduro declaró el estado de excepción y emergencia económica fue en enero de este año, pocos días después de la instalación de la nueva Asamblea Nacional, dominada por la oposición tras las elecciones de diciembre. La asamblea votó en contra de la medida, pero el poder judicial respaldó al presidente y validó el decreto, que inicialmente duraría 60 días, pero fue extendido por primera vez en marzo. El nuevo decreto toma el relevo de otro similar expirado la semana pasada. Maduro explicó que esta medida estará vigente durante 60 días y que tiene previsto renovarla varias veces hasta 2017.

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