Por los bajos precios que pagan multinacionales, Colombia no venderá café

Medida se toma después de 138 años de ventas ininterrumpidas.

BOGOTÁ.- Los campesinos y las empresas productoras de café tipo exportación de Colombia, decidieron dejar de vender su producto estrella, para intentar incentivar un aumento del precio del café en los mercados internacionales, porque en las actuales condiciones los únicos que salen ganado son las multinacionales que procesan el grano, y no los productores.

Aunque el problema no es solo en Colombia también lo enfrentan los productores de Brasil y gran parte de Centro América, la idea surge de los mismos campesinos colombianos que se cansaron de esperar un alza en el precio y exigen ayuda del Gobierno. .

Según cifras de la Federación Nacional de Cafeteros, el precio interno base de compra ha caído cerca de 19% en el último año. Esto significa que los productores reciben cerca de 166 mil pesos menos  por cada carga. El precio pasó de $851 mil en agosto de 2017 a $685 mil el 21 agosto de este año.

En la cadena del comercio del café, los campesinos son los más afectados, por eso se cansaron de esperar que el precio del bulto suba. La idea fue acogida por Dignidad Agropecuaria Colombiana, que invitó a los caficultores de todo el país a no vender al menos en un día ni un solo grano de café si el precio de la libra en la bolsa de Nueva York continúa por debajo de 1.40 dólares.

La propuesta pretende enviar un mensaje de rechazo  al mercado mundial de que no se comparten los precios y su indiferencia frente a los productores primarios.
Oscar Gutiérrez, director ejecutivo de la asociación, invitó a los productores de todos los rincones del país a vincularse a la jornada pues aclaró que la protesta es una  decisión voluntaria.

 Este martes habrá una reunión de Dignidad cafetera y la Federación también está a la espera de que el Gobierno Nacional se pronuncie, sobre la crisis que enfrentan los cafeteros en Colombia, aunque la Federación ha dicho que no está involucrada con la propuesta de la no venta.

La solución sería que el gobierno nacional cree un apoyo al precio interno -por arroba de café producida- de al menos la diferencia entre el precio interno y el costo de producirlo, durante el tiempo que dure la mengua en el precio.