¿Por qué nada, ni nadie, detiene el avance de la dictadura en Venezuela?
08 de Agosto de 2017 a las 08:26
El Presidente Nicolás Maduro y sus fieles guardianes, han dejado claro que no les importa las críticas, los muertos, las marchas o lo que diga la comunidad internacional, representada por la OEA, o las Naciones Unidas, o los organismos de derechos humanos y mucho menos las amenazas de sanciones de EE.UU., o Europa o lo que opinen los países vecinos como Colombia, México, o Argentina… Pareciera que nada, ni nadie podrá detener el empoderamiento a sangre y fuego de Maduro, quien demostró que ya no requiere votos para ganar. Ahora el mundo se pregunta ¿Por qué, no lo han podido detener?
EDITORIAL.- El último intento del domingo de un grupo de militares por detener el avance de la dictadura en Venezuela, dejó 2 muertos y por lo menos 7 detenidos, estos sucedió mientras gran parte de los venezolanos ruegan al mundo, y a Dios, que algo o alguien detenga al Presidente Nicolás Maduro, que está imponiendo a sangre y fuego un Gobierno que tiene tintes de dictadura en progreso, y que mantiene en la más profunda crisis económica, política y social, a Venezuela, pero la realidad es que ni la aposición, ni las marchas, ni las más de 120 víctimas, ni el hambre, ni la miseria, ni los muertos en los hospitales, ni las denuncias de violación de los derechos humanos, ni las fuertes críticas de muchos gobiernos entre ellos Canadá, EE.UU., España, Colombia, México, Argentina, entre otros, han podido generar un mínimo cambio, o la posibilidad que se de algún cambio en este país suramericano, donde se instaura, luego de un demostrado fraude electoral, una dictadura de izquierda.
Al Presidente Maduro todo lo tienen sin cuidado, a tal punto que la primera decisión de la Asamblea Constituyente, organismo que el coordina tras bambalinas, destituyó a la fiscal general Luisa Ortega Díaz, una enemiga personal del mandatario, que era parte del chavismo, pero que ahora ha denunciado la brutal represión que están llevando a cabo las fuerzas de seguridad y ha imputado cargos contra muchas de las figuras importantes de la dictadura como los magistrados del TSJ leales al gobierno.
Hasta el momento nada ni nadie ha podido detener la represión que se ejerce contra los que se oponen a la instauración de una dictadura en Venezuela, ni siquiera las denuncias de la empresa encargada de manejar el proceso electrónico, que declaró que las cifras de su elección fueron manipuladas, porque el Presidente Maduro sigue inamovible.
El último acto desesperado por poner fin al gobierno Chavista fue el de un grupo de Militares venezolanos se “declaran en rebeldía contra la dictadura”, para “desconocer la tiranía asesina de Nicolás Maduro” y aseguraban que defenderían en pueblo, pero su revolución no pasó de unas horas, unos terminaron muertos y los otros presos, bajo el poder demostrado por el vicepresidente del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Diosdado Cabello, que se puso al frente de los “terroristas", según sus palabras, y controló la rebelión.
Maduro y más de 500 diputados chavistas, se quedaron con el Salón Elíptico del Parlamento, que era dominado por la oposición que fue obligada a ceder un espacio que se había ganado democráticamente, ahí ahora quedó reinando, como presidenta de la Asamblea Constituyente la ex canciller Delcy Rodríguez, fiel al chavismo, a Diosdado Cabello y a Maduro.
Los venezolanos están viendo como se está desmontando todo el estado, como se pone fin a las instituciones para cambiar leyes y normas a favor del Gobierno, que el autoritarismo avanza, y la fuerza militar se impone, por lo que sienten que el futuro puede ser peor, mucho ven que lo que pasó en Cuba, con los Castro ahora se puede repetir en Suramérica.
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