Se desató una “guerra” comercial entre Ontario y el estado de New York
04 de Abril de 2018 a las 05:59Premier de Ontario asegura que tiene que proteger a los empresarios canadienses
"Cuando los trabajadores y las empresas de Ontario se ven amenazados por acciones proteccionistas de EE. UU., No tengo más remedio que responder", dijo la Premier de Ontario Kathleen Wynne, que impuso nueva normas a los proveedores estadounidenses que surten al Gobierno Provincial. Cada año se realizan negocios por alrededor de 400 mil millones de dólares entre Ontario y los EE. UU., y Ontario es el mayor cliente de más de la mitad de todos los estados de EE. UU.
TORONTO.- Así como las grandes potencias, China y Estados Unidos, enfrentan una guerra comercial, por cuenta de araceles y nuevas normas, algo similar, guardadas las proporciones, se está viviendo entre La Provincia de Ontario y el Estado de New York, por cuenta de medidas económicas que se han impuesto a ambos lados de la frontera.
El Primero en imponer normas fue New York, que dejó por fuera a las empresas canadienses que le vendían hierro para las diferentes obras públicas de este estado de EE.UU, especialmente para la construcción de puentes, exigiendo a las constructoras que solo se podía utilizar hierro de fabricación estadounidense, porque el metal importado de Canadá estaban afectado a las empresas locales.
En Respuesta el Gobierno de Ontario determino el lunes, limitar la participación de compañías del otro lado de la frontera, a la hora de realizar licitaciones para realizar compras en el sector público. Es decir sacó del camino a varias empresas estadounidenses que le vendían diferentes artículos a las empresas estatales. La media tomada por la Premier de Ontario, Kathleen Wynne, restringe los contratos del gobierno con los proveedores del Estado de Nueva York.
La “guerra” afectará a muchos empresarios a ambos lados de la frontera, tan solo Nueva York exportó casi US $ 11 mil millones a Ontario en 2016, provincia que exporta gran parte de su producción a EE.UU. y particularmente al estado de NY.
Wynne dijo que la regulación de Ontario tiene la intención de nivelar el campo de juego, y será derogada si el estado de Nueva York abandona sus restricciones que impuso a las empresas locales. "Siempre he apoyado las compras abiertas y competitivas porque ayuda a crear buenos empleos en ambos lados de la frontera, pero tiene que ser una calle de doble sentido", dijo.
El mes pasado los legisladores de Ontario aprobaron una ley que permite a la provincia tomar represalias contra cualquier estado que adopte disposiciones contra la Provincia, como una forma de defender las empresas de la región.
Para los opositores al Gobierno Liberal, la movida realizada por Wynne, es solo un intento por conseguir votos para las próximas elecciones. "No se puede confiar en Kathleen Wynne y los liberales. Harán, dirán o prometerán cualquier cosa para aferrarse al poder", dijo en un comunicado el crítico de finanzas conservador progresista Vic Fedeli.
Frente a esta guerra comercial, otros líderes políticos y expertos en el tema, aseguraron que el Gobierno de Ontario hizo bien en tomar medidas, aunque estas han llegado muy tarde. "Si permitimos que los estadounidenses nos empujen, entonces continuarán yendo más y más", dijo Walid Hejazi, profesor de la Escuela de Administración Rotman de la Universidad de Toronto.
Wynne dijo que Ontario también se enfrenta a una situación similar con el Estado de Texas, pero que han mantenido conversaciones con el Gobierno del vecino país, para evitar tener que tomar medidas como la que ahora se le aplicará a los empresarios de NY. La Premier aseguró además que el año pasado se reunió con 37 gobernadores estadounidenses para reforzar la importancia de las alianzas económicas transfronterizas.
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