Según Trump, ahora China quiere renegociar un acuerdo comercial con EE.UU.

Las dos potencias quieren bajarle el tono a la guerra comercial que está afectando al mundo

El presidente de Estados Unidos estaría arrepentido de su disputa comercial con China, por los efectos dañinos en todo el mundo. Desde Francia, donde participaba en la cumbre del G-7, Trump, aseguró: “Sí, por supuesto, me arrepiento de una cantidad de cosas”, respondió el mandatario ante la insistencia de los periodistas sobre los graves efectos del enfrentamiento comercial con China. Este anuncio llegó después de que China anunciara unos aranceles de represalia contra Estados Unidos, que quiere impedir que sus empresas hagan negocios con la potencia asiática.

PARIS.- Aunque la guerra comercial entre China y Estados Unidos sigue avanzando, con fuertes golpes de ambos lados, especialmente luego que el Presidente Donald Trump amenazara con ejercer los poderes de emergencia que le otorga una ley federal poco conocida para obligar a las empresas estadounidenses a acatar su “orden” de cortar lazos con China, al parecer las dos potencias buscan llegar a un acuerdo.

El lunes Trump anunció que su Gobierno ha recibido una comunicación de las autoridades chinas diciendo que están dispuestas a volver a la mesa de negociaciones para discutir un acuerdo comercial.

“China llamó la pasada noche a nuestros responsable comerciales y pidieron volver a la mesa… Es un acontecimiento muy positivo para todo el mundo”, recalcó Trump durante unas breves declaraciones junto con el presidente egipcio, Abdelfatah al Sisi en la cumbre del G7.

Además, manifestó su “gran respeto” por el presidente chino, Xi Jinping, por dar este paso y señalar que “quieren un acuerdo” que ponga fin a la guerra comercial entre Estados Unidos y China, que dura ya año y medio.

Trump, en un tono muy positivo, recalcó que “empezaremos muy pronto” las conversaciones con Pekín y “veremos qué pasa”, pero incidió en que “ellos quieren logran un acuerdo”, algo que consideró “muy importante”.

Ese día, Trump anunció que aumentaría dos rondas de aranceles anunciadas previamente y que aún no han entrado en vigor, y además avanzó que podría invocar la Ley de Emergencia Nacional para ordenar a las empresas estadounidenses que operan en China que abandonen sus actividades en ese país.

China anunció el viernes un incremento de los aranceles para importaciones estadounidenses por un valor de 75.000 millones de dólares, lo que enfureció a Trump y causó que los asesores de la Casa Blanca se dedicaran apresuradamente a buscar una respuesta.

El presidente arremetió por Twitter al dirigirse a las empresas estadounidenses que “se les ordena por la presente empezar a buscar inmediatamente una alternativa a China”. Posteriormente aclaró que amenazaba con recurrir a la Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional, generando interrogantes sobre la sensatez y pertinencia de convertir una ley de 1977 que fue utilizada para atacar regímenes corruptos, terroristas y narcotraficantes en el arma más reciente en el choque entre las dos principales economías del mundo.

Pese a ello el lunes, el presidente estadounidense,  se declaró optimista sobre la guerra comercial con China, de quien dice haber recibido dos “buenas llamadas telefónicas”, además ha acercado posiciones con Irán, aunque lanzando un terrible amenaza militar; ha opinado sobre el “orgulloso” presidente ruso y sobre cuánto le gusta el vino francés a la primera dama, Melania Trump, luego de los enfrentamiento con el Presidente francés.