Violencia contra la mujer, un mal que se extiende por todo el mundo

No hay clase social, país, ciudad, pueblo o región que se escape a este flagelo de la sociedad, el maltrato contra la mujer. Es un problema que afecta a todo el mundo, y aunque en algunos países como Canadá existen leyes que protegen a las mujeres, la realidad es que muchas de ellas viven un verdadero infierno por cuenta de un maltratador que inexplicablemente no denuncian, algunas por miedo, otras por ignorancia de las leyes que las protegen, y otras por necesidad.

EDITORIAL.- ¡Basta ya!, ponle un alto a la violencia contra la mujer, denuncie. El 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, es una fecha para recordar a los seres humanos en todo el mundo, que cualquier tipo de violencia se debe denunciar, porque es la única forma de eliminar la impunidad, que es el detestable aliciente de cualquier maltratador, que cree y siente que la justicia nunca obrará en su contra.

La realidad del maltrato a la mujer es mucho más que los casos de crueldad que generan tanto repudio en las redes sociales y que se puede leer en los medios de comunicación, porque el problema es mucho más grave que eso. Hay miles de mujeres que son golpeadas en este mismo momento que usted lee esta nota, algunas seguro morirán o murieron en el camino de la vida, sin lograr denunciar a sus maltratadores y otras, quedaron sin vida, o están lesionadas, porque la justicia, los organismos de seguridad, la familia, los amigos y ella mismas, nunca pensaron que la situación en la que estaban viviendo, podría terminar en una tragedia.

La violencia contra las mujeres es una epidemia que ataca en todas partes, porque según datos de la ONU, 70 de cada 100 mujeres sufren algún tipo de ataque sexista en alguna parte de su vida, es decir casi todas ellas sufren o sufrirán por algún tipo de agresión por su género, un fenómeno que se da especialmente en países muy machistas, como gran parte de las naciones latinoamericanas, árabes y africanas, pero del que realmente no se escapa ningún país, raza o grupo religioso, porque los maltratadores hay en todas partes.

Para evitar que esto siga pasando lo más importante es que todas las mujeres tomen conciencia de que ante la más mínima agresión, por pequeña que sea, siempre hay que colocar un alto, porque de lo contrario, eso que parece algo sin importancia, es como una bola de nieve, crece hasta matar. Lo que parecía una broma disfrazada, una ofensa verbal, un insulto, se convierte en algo más grave, en ataque directo que puede culminar en una tragedia. Por eso si es mujer y cree que es víctima de cualquier tipo de ataque por su condición, defienda sus derechos, sin importar la edad, su trabajo, la raza o el país donde se encuentre, denuncie.

Hasta hace unos años el feminicidio, que no es otra cosa que el asesinato de una mujer por su condición, no era parte de las noticias de los medios, no porque no existiera la violencia contra ellas, sino porque en muchos países, está clase de violencia no estaba tipificada como delito, ahora casi todas las naciones del mundo cuentan con leyes que protegen a las mujeres, pero el punto de partida es la denuncia y es en esta etapa donde aún hay muchas fallas, porque muchas de las mujeres maltratadas, en la mayoría de los casos por sus propias parejas, no denuncian.

Todos los gobiernos, y todas las personas deben proteger la integridad física, la vida y los derechos de las mujeres, tal cual pasa con los niños, los adultos mayores y las personas más vulnerables, porque eso hace una mejor sociedad. Siempre hay que reprobar el abuso, enseñar en las casas el respeto a la mujer, impulsar en las escuelas, colegios y universidades, programas educativos que impulsen la relación cordial entre todos los seres humanos sin importar su género, eliminando cualquier tipo de discriminación, que se pasa se debe denunciar, porque este es el punto de partida al fin del problema.