La inigualable fiesta se extendió hasta la madrugada del domingo

Como si se tratara de un crucero por el caribe, con su música, su comida, sus buenos tragos, sus bellas mujeres y sus acompañantes, alrededor de 500 personas, en su mayoría vestidas de blanco, llegaron para zarpar en un viaje de 5 horas sobre el lago Ontario, en una noche apacible, y con el marco de fondo de la bella ciudad de Toronto, que iluminada le dio aún más vida a esta ya legendario rumba del inicio del verano, que cuenta con un verdadero capitán de la alegría, Sheimy Gomez, que le pone alma y corazón a todo lo que hace, y por supuesto su coequipera Lupe Giuria, directora de la KBuena Radio, que es la cara amable de la organización. Felicitaciones por el gran evento, NIGHT BOAT CRUISE, que es para repetir.

Por CIRO ALQUICHIRE V.

TORONTO.- No fue uno, ni fueron dos, sino fueron tres los DJS, que orientados por el director de orquesta y verdadero capitán del barco rumbero sobre el lago Ontario, Sheimy Gomez, le dieron vida a una fiesta que en los últimos años le trae la alegría al inicio del verano en Canadá, porque los que asisten, entre ellos muchos latinoamericanos, canadienses, franceses, italianos y todo el que quiere pasarla bien, se sintieron como si estuviera en un carnaval recorriendo el mar caribe.

La rumba empezó con un ingreso muy ordenado, la mayoría de los asistentes vestidos de impecable blanco y un Sheimy rebosante de alegría por el éxito se este barco de la rumba, que cada año logra atraer a más personas de diferentes partes del mundo, porque había de todo un poco, aunque los latinos marcaron la parada.

Salsa, merengue, cumbia, vallenato, reguetón, música del recuerdo y todo los géneros bailables, marcaron las cinco horas de un recorrido por el lago, frente a la bella ciudad de Toronto que parecía iluminar los 4 pisos de la rumba que se podía escuchar a lo lejos, porque si algo tienen los latinos es que su bulla se escucha a kilómetros, y más cuando la están pasando bueno.

La comida y los tragos de lo mejor, sin mayores contratiempos, aunque no falta el que se pase de copas, pero que logra ser rápidamente controlado por el personal a bordo, que permite que la fiesta termine como empezó, con mucha alegría. Todos salen felices y cantando, y eso habla de lo bien que la pasaron. Felicitaciones a los organizadores.

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