Países ricos intentando atrapar trabajadores jóvenes bien calificados
25 de Noviembre de 2021 a las 12:43
Hay una “guerra” por la escasez de mano de obra dice el NY Times
Canadá, Alemania, Estados Unidos e Inglaterra, entre otros les están facilitando el camino a los inmigrantes que logren demostrar que están capacitados para desarrollar determinadas labores. Dan visa de trabajo y facilidades para aprender el idioma.
NEW YORK- La Covid-19 mantuvo a muchas personas encerradas en casa. Ahora, varios países desarrollados, que enfrentan el envejecimiento de sus fuerzas laborales y la escasez de trabajadores, se apresuran a reclutar, capacitar e integrar a los extranjeros.
A medida que la economía global se reinicia e intenta poner la pandemia a un lado, ha comenzado una batalla mundial por los jóvenes y los capacitados. Con visas rápidas y promesas de residencia permanente, muchas de las naciones ricas que impulsan la economía mundial están enviando un mensaje a los inmigrantes calificados de todo el mundo: les ofrecemos empleo. Ahora.
En Alemania, donde las autoridades advirtieron recientemente que el país necesita 400.000 nuevos inmigrantes al año para cubrir puestos de trabajo en campos que van desde el académico hasta la industria de los aires acondicionados, una nueva Ley de Inmigración ofrece visas de trabajo aceleradas y seis meses para visitar y encontrar un trabajo.
Canadá planea dar la residencia a 1,2 millones de nuevos inmigrantes para 2023. Israel ha cerrado recientemente un acuerdo para traer trabajadores de la salud desde Nepal. Y en Australia, donde las minas, los hospitales y los bares están escasos de mano de obra tras casi dos años con la frontera cerrada, el gobierno pretende duplicar aproximadamente el número de inmigrantes que permite entrar en el país durante el próximo año.
Los trastornos por la covid han hecho que muchas personas se jubilen, renuncien o simplemente no vuelvan al trabajo. Pero sus efectos son más profundos. Al mantener a tanta gente sin salir de su casa, la pandemia ha hecho más evidente el desequilibrio demográfico de la humanidad: las naciones ricas que envejecen rápidamente producen muy pocos trabajadores nuevos, mientras que los países con un excedente de jóvenes a menudo carecen de trabajo para todos.
Los nuevos enfoques frente a ese desajuste podrían influir en el debate mundial sobre la inmigración. Los gobiernos europeos siguen divididos sobre cómo gestionar las nuevas oleadas de solicitantes de asilo. En Estados Unidos, la política de inmigración sigue estancada en su mayor parte, centrándose en la frontera con México, donde las detenciones de inmigrantes han alcanzado un récord. Sin embargo, muchos países desarrollados están creando programas más generosos, eficientes y sofisticados para acoger a los extranjeros y ayudarlos a convertirse en una parte permanente de sus sociedades.
“La covid es un acelerador del cambio”, dijo Jean-Christophe Dumont, jefe de investigación sobre migración internacional de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). “Los países han tenido que darse cuenta de la importancia de la migración y los inmigrantes”.
La pandemia ha originado varios cambios importantes en la movilidad mundial. Frenó la migración laboral. Creó más competencia para los “nómadas digitales”, ya que más de 30 países, entre ellos Barbados, Croacia y Emiratos Árabes Unidos, crearon programas para atraer a trabajadores tecnológicos móviles. Y condujo a una flexibilización general de las normas de trabajo para los extranjeros que ya se habían mudado.
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