Venezuela sufre de hambre, miseria, pero lo peor, un mal Gobierno
13 de Julio de 2016 a las 10:39
Lo que paso el domingo en la frontera colombo-venezolana, cuando miles de desesperados venezolanos atravesaron el paso entre los dos países, a pie, intentando desesperadamente llegar a los supermercados a conseguir alimentos, artículos de primera necesidad y medicinas para los enfermos, solo deja ver parte de la crisis humanitaria que vive este país, otrora rico por su producción petrolera.
EDITORIAL.- ¿Hasta cuándo y hasta donde podrán aguantar los venezolanos el profundo deterioro que sufre su país a manos del gobierno de Nicolás Maduro?, eso es lo que se pregunta el mundo y los millones de residentes de este país, que aún no comprenden como después de ser una de las naciones más ricas del continente y del mundo, ahora deben enfrentar el hambre, la miseria, la delincuencia, la desesperanza, y miles de problemas más, como la falta de medicinas para los enfermos, y esos artículos de primera necesidad que se pueden comprar en países muchos más pobres, pero que en Venezuela ya son un lujo tenerlos.
“Tenemos hambre... queremos comida”, dijeron una y otra vez los viajeros que atravesaron la frontera cargando bolsas como si fueran tesoros, en las que llevaban entre otras cosas, leche, arroz, aceite, azúcar, harina, toallas sanitarias y papel higiénico, pero especialmente medicamentos, que ya no se consiguen en Venezuela, gran problema que está causando muchas muertes. El llanto de las mujeres, la cara de desesperación, y los rostros de alegría al regresar a Venezuela después de hacer sus compras en Colombia, solo son el reflejo de una situación insostenible. La apertura parcial de la frontera venezolana hacia Colombia, dejó ver al mundo el drama que viven día a día todos los venezolanos, aunque claro los que están en el poder, seguramente sufrirán mucho menos.
Venezuela sufre de una crisis humanitaria sin precedentes, ya no se consigue casi nada, y los pocos productos, entre ellos los alimentos y las medicinas, están alcanzando precios que ni con los millonarios aumentos de los salarios en este país, se pueden pagar, porque la inflación crece a cada ahora, y lo que cuesta hoy mil bolívares, al otro día puede costar 5 mil. La situación es tan critica que Maduro se vio obligado a dejar pasar a los venezolanos a Colombia, dio una autorización de 12 horas el domingo pasado, pero especialmente luego que un grupo de 500 mujeres enfrentaron a la guardia de su país, y se pasaron la frontera sin autorización, porque como dijeron ellas a los medios, en Venezuela hay mucha hambre, y no permitirán que sus hijos sigan pagando las consecuencias de un mal gobierno.
Los puentes Simón Bolívar y Francisco de Paula Santander, cerca de Cúcuta, y el José Antonio Páez, en límites con Arauca, dejaron ver a miles de venezolanos desesperado por ingresar a Colombia a comprar algo. Colombia insiste que las puertas seguirán abiertas, el Gobierno de Venezuela por ahora se reafirma en que el cierre de la frontera es necesario supuestamente para evitar el contrabando.
Los venezolanos agradecieron a los colombianos y el corredor humanitario que se creó para ayudar a las personas a realizar sus compras sin problemas, mientras los comerciantes en Colombia estaban felices porque aumentaron sus ventas en más del 190 %, en un intercambio comercial que se ha dado por siglos, pero que el Gobierno venezolano quiere impedir a la fuerza. Según relatos de muchos venezolanos, algunos viajaron por más de 25 y 30 horas para llegar a la frontera con Colombia a comprar, pero Maduro sigue insistiendo que en su país no pasa nada, que todo es un cuento de los medios de comunicación, mientras intenta impedir el avancen del referendo que busca sacarlo de la presidencia.
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