Crisis mundial por medidas anti inmigrante y anti musulmán de EE.UU.

El veto de Trump a los refugiados y ciudadanos de 7 países causa indignación  y protestas

El nuevo Presidente de EE. UU., Donald Trump, está cumpliendo lo que prometió sin importar las consecuencias, y pese a las críticas vetó con una sola firma el ingreso de ciudadanos y refugiados de siete países de mayoría musulmana, mientras en el mundo crecen las protestas contra sus medidas consideradas racistas, y se exige la libertad de decenas de personas que quedaron en el limbo cuando intentaron entrar legalmente a este país. La ONU, Alemania y Francia se han unido a las más críticas, lo mismo que el expresidente Barack Obama, que según su portavoz cree que la población debe movilizarse y protestar cuando están en juego valores fundamentales del país.

NEW YORK.- El nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que tan solo lleva un par de semanas en el cargo ya desató una crisis mundial por sus medidas que veta el ingreso a su país a los ciudadanos de 7 países musulmanes, inclusive si tiene doble nacionalidad, lo que ha generado duras críticas y protestas en todo el mundo, pero también lo han convertido en el héroe de muchos estadunidenses que creen que es lo que debe hacer para evitar el ingreso de terroristas. Por el momento, la prohibición inicial de 90 días afecta a los ciudadanos de Siria, Irak, Irán, Somalia, Sudán, Yemen y Libia.

La más dura crítica llegó de parte de la ONU, que ha dicho que la medida es “miserable” e “ilegal”, así como contraproducente en la lucha contra el terrorismo. “La discriminación basada solamente en la nacionalidad está prohibida por la legislación de los derechos humanos”, ha dicho el alto comisionado para los Derechos Humanos, Zeid Raad Al Hussein.

Por su parte Alemania, uno de los países que más refugiados ha acogido en Europa, dijo  “ni siquiera la necesaria lucha contra el terrorismo justifica poner a personas con un particular origen o fe bajo sospecha”, y en Francia, su ministro de Exteriores aseguró que “el terrorismo no tiene nacionalidad” y en el Reino Unido, avanzaba a pasos agigantados una petición ciudadana, firmada por más de un millón de personas, que pide cancelar una invitación que le hizo el Gobierno británico a Trump.

El expresidente Barack Obama, tampoco guardó silencio, por intermedio de su vocero, dejó ver su rechazo a las medidas impuestas por Trump, según el comunicado él cree que la población debe movilizarse y protestar cuando están en juego valores fundamentales del país. En este caso, por la “discriminación de personas por razones religiosas o de fe”, y ahora gran parte de diplomáticos de carrera del Departamento de Estado, de EE.UU., de un memo interno, aseguraron se oponen al veto migratorio, pero desde la Casa Blanca les advirtieron que si no les gusta las normas del nuevo presidente deben renunciar.

Mientras los líderes del mundo rechazan las medidas tomadas por Trump, en varias ciudades, incluidas varias de EE.UU. y Canadá, se han realizado marchas de protestas, mientras en Washington, congresistas de ambos partidos salieron a cuestionar las medidas, que el Presidente sigue defendiendo, al punto que despidió a la secretaria de Justicia interina, Sally Yates, por no defender el decreto antimigratorio.

Uno de los problemas que se están presentando es que las órdenes firmadas por Trump el viernes pasado bloquean el ingreso, durante los próximos 90 días, de ciudadanos provenientes de Irak, Siria, Irán, Libia, Somalia, Sudán y Yemen, pero muchos han llegado a este país, porque ya tenían la visa aprobada. Ante el rechazo Canadá está acogiendo a estas personas.

Por ahora de la medida solo se salvan las personas que tengan una residencia en EE.UU., que intentan ingresar a este país, pero a los cuales se les está realizando una exhaustiva investigación. En el caso de los ciudadanos canadienses con doble nacionalidad el Gobierno de Canadá ha manifestado que no tendrán problemas para ingresar a este país.