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Lo que aprendimos en el 2020

19 de Diciembre de 2020 a las 06:58

“Aprender sin reflexionar es malgastar la energía” (Confucio)

Todos hemos vivido un año  diferente, un año  inusual, lleno de incertidumbre, de angustia, de miedos pero también de retos, de descubrimientos personales, de experiencias novedosas y grandes desafíos. Una época con  muchos aprendizajes  a nivel individual y colectivo.

Este 2020 ha sido un año de evolución, de crecimiento personal y espiritual que nos ha ayudado a enfocarnos  más en aspectos importantes y trascendentes.  Nos ha permitido ir más dentro de nosotros mismos, a descubrir nuestras fortalezas y debilidades, analizar, reorganizar y reevaluar nuestros principios, valores y creencias; en otras palabras, nuestra forma de ver las personas y la vida.  Nos ha hecho reconocer y confrontar nuestros miedos: a la muerte, a la soledad, a  no tener dinero suficiente, a quedarnos sin trabajo o a perder un  ser querido.  Esta pandemia nos ha movido el piso y  nos ha hecho recapacitar profundamente sobre la vida y la muerte

Al estar solos o acompañados por tanto tiempo hemos aprendido a mirarnos más honestamente y detectar lo que deberíamos cambiar o mejorar, por ejemplo: nuestra intolerancia, nuestro mal genio, nuestros resentimientos, nuestros egoísmos, nuestras inseguridades. Nos ha llevado a hacer un balance, un  recuento  de las experiencias vividas para observar  que hemos logrado, que hemos aprendido, y que tenemos que modificar.

El 2020 nos ha ayudado a desarrollar virtudes, entre ellas la tolerancia, la paciencia al hacer las filas para entrar a un almacén,  al tener los niños corriendo y gritando mientras que estamos trabajando en nuestras casas. También a ser más recursivos y creativos para usar en el hogar lo que tenemos sin necesidad de compras adicionales porque estamos en confinamiento. Adicionalmente, nos ha enseñado a ser más generosos y solidarios porque al principio de esta situación algunas personas salieron a comprar en grandes cantidades, acapararando  productos de primera necesidad,  sin detenerse a pensar en las necesidades de los demás.

Hemos aprendido que la vida nos desafía permanentemente  y que el camino del pánico opaca nuestra inteligencia y nuestra capacidad de reacción y adaptación a los cambios. Hemos desarrollado nuevas formas de relacionarnos, de comunicarnos, de trabajar, de estudiar, de apoyar a nuestros hijos y nietos al involucrarnos en sus  actividades académicas familiarizándonos más con la tecnología y algo maravilloso, volvernos a conectar con nuestro propio niño  o niña interior para hacer actividades lúdicas y recreativas con ellos.

Esta año nos ha enseñado a valorar un abrazo, una caricia, la familia, la pareja, los amigos, el trabajo, la playa, el sol, las montañas, la naturaleza en general. A ser conscientes de los milagros que la vida nos da en  cada instante, en  cada momento, en cada día  y que nosotros ni siquiera éramos agradecidos por ellos, como  despertamos cada mañana y tener la oportunidad de escribir un nuevo día en el libro de nuestras vidas y aún nos queda mucho más por agradecer: la salud, el techo, la comida, el vestido, la amistad, el amor, la belleza. Los colores del arco iris siguen siendo hermosos a pesar de la pandemia.

En medio de estas circunstancias difíciles,  no todo ha sido tan malo,  de cada uno de nosotros dependió  y depende como afrontamos las situaciones, como percibimos esta experiencia: Cómo hemos visto  el vaso?   Lo hemos visto  medio lleno o medio vacio?

La época de Navidad es un tiempo muy especial y probablemente este año será muy  diferente a las navidades de años anteriores, pero solo de nosotros depende como la viviremos.  No importa si estamos solos, en familia o con amigos, permitamos que la bondad y el amor de nuestros corazones  afloren y encendamos  nuestra luz interior, para estar en paz y armonía y a pesar de las circunstancias externas vivir estas fechas con alegría.

Todo en la vida es in-permanente y transitorio, así que recordemos que todo es pasajero, que todo tiene un propósito y que esta situación también pasará.

Les deseo que tengan una linda Navidad, mirando siempre con un corazón agradecido el vaso medio lleno.

Feliz Navidad y un Bendecido 2021

Lo que aprendimos en el 2020Rubdhy Stella Vargas, Psicóloga y Psicoterapeuta, experiencia en terapia individual, de pareja y grupal. Especialista en adicciones y violencia intrafamiliar. Conferencista y Columnista, Registrada ante el Colegio de Psicoterapistas de  Ontario (CRPO) y miembro de la Asociación de profesionales de la salud Mental de Ontario (OAMHP)

Rubdhy Stella Vargas

Psicóloga y Psicoterapeuta

www.livingbien.com

stellavg8@hotmail.com

647-238-9920

 

 

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