LOS ADOLESCENTES

En todas las épocas, la adolescencia ha sido un periodo  conflictivo entre padres e hijos, que produce mucha ansiedad y stress. La adolescencia es una etapa de gran desarrollo y cambios a nivel físico, emocional, intelectual, sexual y moral   donde el chico(a) se encuentra a sí mismo, sé define y encuentra su camino a seguir. Es una etapa de turbulencia, desorden, desconcierto, alboroto y confusión para muchas familias.

Para los adolescentes es una fase de decisiones e indecisiones; de rebeldía contra las normas, las reglas y pautas; de pasar la mayor parte de su tiempo con sus amigos ya sea personalmente, por teléfono o internet porque quieren obtener identidad, pertenencia a un grupo y quieren ser independientes.

Con los adolescentes, la clave es ser flexibles, es decir debemos de poner límites y estar pendientes de sus conductas, pero al mismo tiempo facilitarles poco a poco autonomía y libertad según las características de cada adolescente.

Como en toda relación, la mejor manera de acercarnos a nuestros adolescentes es escuchándolos, sin juzgarlos, ni criticarlos y haciéndoles saber que estamos hay para hablar con ellos cuando nos necesiten.

Tenemos que darles un papel dentro de la familia, tenerlos en cuenta, darles protagonismo, escuchar sus opiniones y que participen en las decisiones.

Cuando tenemos un conflicto con ellos, no debemos imponerles nuestro punto de vista o nuestro criterio de adultos,  lo mejor es mostrarles, otras formas de ver las cosas con argumentos válidos y fuertes, para que sea él o ella que tome la decisión, siempre y cuando no atente contra su bienestar físico, mental o emocional.

Algunos padres dicen, yo soy el amigo de mi hijo(a), pero recordemos que el amigo es básicamente un igual, esta al mismo nivel, desde ese punto de vista se puede entender más al adolescente. Pero hay que tener en cuenta que los padres tenemos responsabilidades, obligaciones, deberes y  tomar decisiones por el bien de nuestros hijos, aunque estas sean dolorosas, mientras que un amigo no cumple esa función, ni labor.

Debemos de hablar con ellos, preguntándoles que piensan?, como se sienten?, cuáles son sus sueños?, cuáles son sus problemas?, que les preocupa? que les angustia?, etc. Es decir tratarlos con Amor y compasión. Porque es la etapa en la que más nos necesitan, aunque hay veces creamos que no  se lo merecen.

Debemos guiarlos, apoyarlos, ser el faro y recordarles que siempre contaran con nuestro apoyo, no importa si se equivocan, acordémonos cuantas veces nosotros fallamos, pero encontramos al fin nuestro camino. Lo más importante es darles nuestro buen ejemplo. Les aseguro que algunos padres fueron más difíciles que sus propios hijos. Y si la situación es intolerable con su hijo o hija adolescente, busque ayuda para usted y ellos,  de un profesional especializado.

Rubdhy Stella Vargas

Mental Health Counsellor

stellavg8@hotmail.com

(647) 238-9920