¿Deben los padres ayudar a sus hijos a comprar su primera casa?

Por: Lupe Ledesma

Un  estudio en Norteamérica demostró que el 20 por ciento de los nuevos compradores de vivienda se apoyan en su padres para obtener al menos la cuota inicial de su nueva residencia, algo que algunos padres de familia puede realizar sin mayor esfuerzo, inclusive el pago total de la propiedad, pero que para la mayoría les generaría un problema, porque a muchos no les alcanza para hacerlo, pero lo harían con mucho gusto, si se puede.
 

TORONTO.- Los padres de familia conocedores de lo que es asegurar el futuro y la importancia de contar con una vivienda propia, por lo general están impulsando a sus hijos a que compren una propiedad, al menos un pequeño apartamento que luego les permita apalancar la compra de esa casa para fundar una gran familia, como ellos algún día lo soñaron. Pero ¿cuándo se debe hacer y cuando no, y especialmente de qué forma y hasta qué punto se debe ayudar…?, esas son las preguntas que ronda a muchos padres de familia antes de dar este paso, porque muchos quieren ayudar a sus retoños.
 

Según estudios en Norteamérica gran parte de los propietarios de vivienda alguna vez en su vida acudieron a sus padres o familiares para poder comprar su vivienda, se estima que el 20 por ciento que hoy en día cuenta con una propiedad no lo hubieran conseguido sin la ayuda que le dieron algún día sus padres, al menos en el pago de la cuota inicial que es el punto de partida.
 

En estos casos un buen punto de partida es si el hijo ya paga una renta, similar o al menos cercana a la cuota mensual de la hipoteca que va tener que pagar, porque eso le indicará que es el momento de dar el gran paso, porque con lo que paga de alquiler podría convertirse en propietario, al tiempo que asume una mayor responsabilidad y la ayuda que pueden brindar los padres puede ser fundamental para dar este paso, pero siempre bajo unas expectativas muy reales, es decir que el precio de la vivienda no sea tan alto que su hijo no pueda pagar las cuotas y siempre deba acudir a sus padres para salvar la casa.
 

Se debe ayudar, siempre y cuando se pueda, porque no todos en este planeta son millonarios, pero ello se debe enseñar que lo importante es dar pequeños pasos, ir poco a poco, hasta comprar esa propiedad que sueñan, como hace algunos años lo hicimos todos para formar capitales, porque ellos deben entender que una casa es una inversión confiable a largo plazo, pero que se logra con el tiempo y con mucho esfuerzo. Como dice el adagio popular “no le regale el pez a su hijo, enséñele a pescar”.
 

Uno de los grandes problemas que tienen los padres es convencer a los jóvenes que deben comprar algo para vivir, porque mientras para los padres este paso es visto como el gran ahorro de sus vidas para el retiro, para sus hijos la perspectiva de tener una casa solo significan deudas y problemas económicos, por ello el apoyo para dar el primer paso puede ser fundamental, pero la cuestión es establecer el momento indicado, y a cuanto puede ascender esa ayuda, una respuesta que no es simple, porque todo depende de los ingresos y de los recursos con los que cuenta la familia, y la responsabilidad de la persona que recibe este auxilio.
 

Según los expertos lo importante es hacer muy bien las cuentas, poner en marcha un plan de inversiones, que incluya al menos la obligación de un ahorro de parte del hijo, para establecer su responsabilidad, inclusive hasta que la ayuda sea nivel de préstamo. Luego de ello asesorarse de un buen agente de bienes raíces, que guie a la familia en esta compra, para que este negocio con el tiempo no se convierta en un gran problema que divida a la familia, porque siempre existe el riego de que algún día no podrá pagar las cuotas y va buscar de nuevo la ayuda del padre.
 

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