Así fue la peor masacre de presos en cárceles de Ecuador
24 de Febrero de 2021 a las 18:07
Por lo menos 79 personas murieron, algunos fueron decapitados
Guerra entre bandas de delincuentes y narcotraficantes habría generado los enfrentamientos que no fueron controlados a tiempo por los guardianes. Lo que se disputan las bandas ecuatorianas en las prisiones no es cualquier cosa, dice Insight Crime, en los últimos años Ecuador se ha convertido en la "autopista de la cocaína hacia Estados Unidos y Europa."
QUITO. – La situación de las cárceles de Ecuador es crítica. Lo es desde hace al menos dos años, pero este martes el nivel de violencia interna se salió de control. Al menos 79 presos murieron y hubo ocho heridos en una serie de motines simultáneos registrados en cuatro centros penitenciarios del país. El presidente Lenín Moreno aseguró que detrás de los enfrentamientos entre reos hay “organizaciones criminales”.
Al menos 79 reos murieron en los enfrentamientos entre miembros de bandas rivales amotinadas en centros penitenciarios en Cuenca, Guayaquil y Latacunga, más que todos los muertos registrados el año pasado en las 48 prisiones del país.
La saña y la extrema violencia de sus integrantes se hizo evidente en las imágenes de cuerpos decapitados y desmembrados que pronto empezaron a circular en redes sociales.
Según los medios ecuatorianos, cinco bandas criminales están detrás de los sangrientos sucesos del martes. Se trata de Los Pipos, Los Lobos, Los Chone Killers, Los Tiguerones y Los Choneros, quienes se disputan el liderazgo vacante desde la muerte del líder de este último grupo, Jorge Luis Zambrano, "Rasquiña".
Como explica el portal especializado Insight Crime, los grupos criminales ecuatorianos tradicionalmente operan de manera fragmentada, actuando fundamentalmente como subcontratistas de organizaciones criminales extranjeras.
El ministro de Gobierno, Patricio Pazmiño, denunció "una acción concertada de organizaciones criminales". Más de un tercio de la droga producida en Colombia pasa por Ecuador rumbo a Europa y Estados Unidos. Lo que se disputan las bandas ecuatorianas no es cualquier cosa. Como también destaca Insight Crime, en los últimos años Ecuador se ha convertido en la "autopista de la cocaína hacia Estados Unidos y Europa."
Los periodistas ecuatorianos María Belén Arroyo y Arturo Torres, autores de un libro sobre el tema, estiman que unas 500 toneladas de droga salen cada año desde Ecuador hacia el extranjero.
El aumento del narcotráfico también se ha traducido en un aumento de la población carcelaria de Ecuador, el que no se ha correspondido con una mejoría de las capacidades de supervisión y vigilancia.
Antes bien, como parte de los planes de austeridad acordados con el Fondo Monetario Internacional, estos sectores también se han visto afectados por los recortes que en su momento generaron una ola de protestas.
El gobierno ha tenido que recurrir al ejército para lidiar con la violencia en las cárceles.
Una de las consecuencias de la falta de recursos es que, según los cálculos del propio Snai, el déficit en el personal encargado de garantizar la seguridad de las prisiones es del 70%.
Según el portal Primicias, en Ecuador un guía penitenciario debe cuidar en promedio a casi 27 reclusos, cuando el estándar internacional recomienda una proporción de uno por cada nueve.
Y eso puede ayudar a explicar la relativa impunidad con la que los narcos operan desde las cárceles, así como las abundantes armas a las que pudieron recurrir durante los sucesos del martes.
La falta de personal es también una de las razones de las declaratorias de estado de excepción de 2019 y 2020, pues la medida permitió la movilización de efectivos del ejército para enfrentar la violencia en las prisiones ecuatorianas.
Pero en octubre del año pasado, la Corte Constitucional prohibió seguir recurriendo a este recurso para enfrentar la crisis carcelaria, ordenando en su lugar la elaboración de un plan que según Eduardo Moncayo no ha podido ser implementado por falta de recursos. "Necesitamos un mayor esfuerzo financiero", reconoció el director del Snai.
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