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Así sería la legalización de indocumentados en EE.UU.

10 de Febrero de 2013 a las 18:41

WASHINGTON.: Aunque apenas es una propuesta y aún falta mucho camino por recorrer, los siguientes son los puntos básicos de la reforma migratoria presentada en Estados Unidos, que es respaldada por el presidente Barack Obama y un grupo bipartidista de senadores, quienes afirman será una realidad en poco tiempo.

Lo primero es que los mal llamados “ilegales”, o las personas que están sin un estatus en el vecino país, deberán cumplir ciertos requisitos para poder obtener una residencia, que no será para todo el mundo de la misma manera, porque los que ingresaron ilegalmente deberán esperar por más largo tiempo, ya que sus proceso será el último en realizarse.

 En EE.UU. se estima que hay casi 11 millones de inmigrantes ilegales, algunos cruzaron la frontera y otros ingresaron legalmente pero nunca salieron, lo que según la propuesta permite que existan dos categorías diferentes.

Los críticos de la propuesta estiman que a todos se deben tratar por igual, porque al hacer un trámite más rápido para algunos y otro más lentos por los demás, crearía dos niveles de ciudadanos que no se justifican, si lo que se tratan es darle un digno tratamiento al problema. El debate ya está abierto y aunque los inmigrantes creen que lo más importante es la creación de una ley que les permita quedarse, sin importar que tan largo sea el camino, hay otros que afirman que con las exigencias propuestas les será muy difícil lograrlo.

Los que quieran aspire a algún día obtener una ciudadanía, se les exigiría entre otras cosas, que paguen una multa por el tiempo que llevan viviendo en el país, como una especie de impuestos por todos los años que no lo han hecho. La reforma también contempla que saber inglés y no tener antecedentes penales será fundamental para ser aceptados.

Una de las medidas que tomara el Gobierno antes de que la reforma sea aprobada, es asegurar las fronteras, para evitar la llegada masiva de inmigrantes que buscarán beneficiare del proceso legal, tal y como paso en la amnistía anterior donde se legalizaron alrededor de 3 millones de personas.

Los defensores de los inmigrantes el están pidiendo al Gobierno que no impongan requisitos que la gente no pueda cumplir y que el proceso no sea tan largo, porque muchas personas llevan más de 25 años esperando y no podrían esperar otro tanto para cumplir su sueño, porque ya sería muy tarde para ellos.

Según algunas organizaciones el 63% de los inmigrantes sin un estatus legal llevan más de diez sin papeles, la mayoría son adultos que tienen hijos que llegaron con ellos y otros que nacieron en EE.UU. por lo que son ciudadanos, pero que deben enfrentar el drama de tener parte de la familia en la ilegalidad.

Entre las propuestas presentadas se establece que las personas que entraron ilegalmente y que tiene hijos estadunidenses, deben salir del país y esperar en su nación de origen la residencia que se les otorgará, pero los defensores de los inmigrantes consideran que muchos no lo van hacer y preferirán seguir como ilegales, ante el miedo de que nos les cumplan.

Otro aspecto que se tendrá en cuenta es que las personas con algún tipo de estudio dentro o fuera de EE.UU., o que demuestren algún tipo de habilidad o trabajo técnico, tendrán prioridad a la hora de iniciar los procesos, pero los críticos consideran que esta medida sería totalmente injusta con las personas que no han podido realizar algún tipo de estudio, pero que si han trabajado muchos años en este país.

Los defensores consideran que muchos campesinos superaron todas las barreras y han entregado parte de su vida para alimentar y hacer crecer a EE.UU., para que ahora les digan que serán los últimos en ser considerados para obtener una residencia, porque no pudieron educarse.

Para varios especialistas en el tema lo más importante es que los inmigrantes lleguen unidos a los debates y con ideas claras de lo que puede pasar, porque la reforma migratoria será una de las propuestas más discutidas en los próximos meses en el Congreso.

Sin que aún se presente la reforma ya está generando enfrentamientos entre los políticos, entre los que la apoyan y los que piden hundirla, pero lo más importante es no generar divisiones entre los inmigrantes, porque de ello dependerá el respaldo y el éxito de la misma.

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