Basquetbolista cubana escapa de una misión en México y luego pide asilo en EEUU

Lianyi Becquer Leblanch relató la miseria en la que vivía en la isla

MEXICO. - La baloncestista cubana de alto rendimiento Lianyi Becquer Leblanch escapó de una misión oficial que realizaba en México a nombre del Instituto de Deportes y Recreación Física (Inder) y pidió asilo en Estados Unidos.

Tras su llegada a la ciudad de Miami ofreció una entrevista al canal América Tevé, donde contó las razones que la llevaron a huir del yugo del Inder, la miseria que se vive en la Isla y sus aspiraciones de alcanzar una carrera dentro de la Liga Profesional de Baloncesto para Mujeres en EEUU (WNBA, por sus siglas en inglés).

Becquer Leblanch, miembro del equipo Cuba de baloncesto, comentó como el régimen castrista solo le daba el 20% del salario de los contratos que el Inder negociaba por su presencia en clubes extranjeros. Ello demuestra que los deportistas, al igual que médicos, maestros, ingenieros y otros profesionales cubanos que salen de misión al extranjero, están sometidos a condiciones de esclavitud.

Sobre su decisión de escapar contó que se produjo cuando el equipo que la contrató en Aguascalientes prescindió de sus servicios y vio como la mejor opción no regresar a Cuba.

“A mí me cerraron el contrato, al cerrarme el contrato yo decidí no regresar a Cuba, porque según me decían mis entrenadores, que si volvía iba a pasar mucho trabajo para volver a salir, aunque yo llevara muchos años en la selección”, comentó.

Por otra parte, reveló que su salario en Cuba era de 3.500 pesos cubanos (CUP) menos de 35 dólares según el cambio en el mercado informal de divisas, única vía para obtener dólares o Moneda Libremente Convertible (MLC).

Según la atleta, otra de las prácticas de los agentes del gobierno es darles un pasaporte oficial para salir de Cuba en funciones de misión, mismo que no tiene validez para viajes personales.

Para los que logren escapar les espera una sanción de ocho años sin poder entrar a su país de nacimiento. Las autoridades comunistas actúan como dueños de la Isla y deciden qué cubanos entran o no al país.

“Voy a estar ocho años sin poder ver a mi mamá”, lamentó la joven de 25 años que desde sus 16 estaba en el equipo nacional.