Cansado de Trump, Trudeau se mostró muy ansioso de trabajar con Biden ¿eso le conviene a Canadá?

La disputa por la Casa Blanca aún no termina y por ello varios mandatarios del mundo prefieren mantenerse al margen del conflicto político interno que se vive en Estados Unidos por aquellos de las consecuencia de tomar partido, pero el pasado 7 de noviembre, el Primer Ministro canadiense Justin Trudeau, dio un paso muy importante en este sentido, se convirtió en el primer líder mundial en felicitar al presidente electo Joe Biden y al Vicepresidente electo Kamala D. Harris por su victoria electoral. El acto fue considerado por algunos, como imprudente e impulsivo para los intereses de Canadá, porque Donald Trump seguirá siendo el presidente por unos meses más y la disputa por el poder en el vecino país no terminará con el juramento del nuevo mandatario. 

EDITORIAL. – Un debate se ha desatado en el país luego el que Primer Ministro de Canadá, Justine Trudeau fuera el primer líder mundial en reconocer públicamente al nuevo presidente de Estados Unidos, aun sin culminar el conteo de votos y estando en disputas legales la Casa Blanca. El mandatario canadiense llamó por teléfono a Biden, haciendo hincapié en que había ganado las elecciones presidenciales, y mostrándose muy ansioso por comenzar a trabajar con él, cuando aún no terminaba el conteo de votos y a Donald Trump le falta un camino para concluir su mandato, pero además por su partido quedó con un importante poder en el Congreso.

Pese a las críticas, el acto de Trudeau es considerado más que justo, por lo que ha tenido que aguantar en la era Trump, por ello pocos culparán al gobierno Federal de saltarse el protocolo y mostrarse demasiado interesado en trabajar Biden, cuando el actual presidente de EE.UU., no acepta su derrota.   

Durante cuatro años los liberales en Canadá han tenido que manejar el régimen de Trump con pinzas, como cuando se negocia con un niño pequeño. Desde la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte hasta los aranceles que intento poner el Gobierno estadounidense a los productos canadienses, pasando por los problemas de defensa, las medidas para enfrentar el Covid-19 y su efecto en la frontera, el Gobierno local ha tenido que tomar posiciones siempre pensando en que se debe mantener una buena relación con el mandatario de los Estados Unidos, porque cualquier cosas que no le gustará, así fuera irracional o contrario a los acuerdos que los dos países tienen por siglos, podría tener fuertes efectos en la economía canadiense.

Para el Gobierno Federal la administración Trump era impredecible, irrazonable, improductiva y a menudo sorprendentemente terrible para mantener las buenas relaciones de los dos países, por ello nadie dudo que para Trudeau el triunfo de Biden significará un gran alivio para lo que se viene en los siguientes años. La llamada a felicitarlo por adelantado, era el reflejo de esa sensación.

Trudeau fue mucho más lejos que mostrar alegría por el triunfo de Biden, cuestionó el papel de Trump en el manejo de los problemas de EE.UU. le dijo al presidente electo, "todos miramos con horror y consternación lo que está pasando en los Estados Unidos", refiriéndose a los enfrentamientos de la policía con los manifestantes en el vecino país.

Independientemente de las críticas, la sensación de los canadienses es que a Canadá le va ir mejor con la administración Biden, pero el país sabe que se le vienen grandes desafíos al gobierno de Trudeau, si quiere mantener las buenas relaciones con la nación norteamericana, porque por ejemplo Biden llegará a impulsar su plan de “comprar americano", que podría significar medidas proteccionistas que afectarán a los empresarios canadienses, y ahí todo puede empezar a cambia