Caos, tensión y muerte se apoderan de las calles de Perú

Protesta ya dejan cerca de 60 muertos, mientras a Lima llegan manifestantes de todas partes  

Hasta el momento se reportan que van 53 muertos en las protestas que se realizan durante el último mes, pero la gente en las calles dice que son mucho más, mientras crecen los enfrentamientos entre las autoridades y los manifestantes en diferentes ciudades y pueblos del país suramericano. En la capital peruana se congregan miles de personas llegadas de zonas remotas, lo que genera mucha tensión y zozobra sobre los que puede pasar en cualquier momento.  Hace pocos días intentaron tomar el aeropuerto de Arequipa.

LIMA. – Ante la llegada de manifestantes a la capital peruana, crece la tensión en el `país suramericano, sumido en una profunda crisis, luego de la caída presidente, después del intento de autogolpe de Estado de Pedro Castillo. 

Las autoridades de Perú desplegaron un operativo de seguridad masivo en Lima ante la llegada de miles de habitantes de zonas rurales que protestan este jueves contra la presidenta del país, Dina Boluarte, en medio de un ambiente de tensión tras la muerte de un segundo manifestante en el sur del país.

Al mismo tiempo, en Arequipa, segunda ciudad de Perú, se registró una batalla campal entre las fuerzas del orden y un millar de manifestantes que a punta de pedradas intentan tomar por asalto el aeropuerto siendo repelidos con gases lacrimógenos, según las televisoras locales.

La crisis política y social en Perú vive un día clave. Miles de manifestantes se concentraron en varios puntos de la capital, de cara a la marcha autodenominada como "la toma de Lima", que lleva al corazón del país la exigencia de renuncia de la presidenta Dina Boluarte y el adelantamiento de elecciones, después del intento de autogolpe de Estado del ex presidente Pedro Castillo. 

Desde temprano, la desértica capital de Perú congregaba a miles de personas llegadas desde zonas remotas de los Andes para protestar contra la presidenta, Dina Boluarte, y apoyar a Pedro Castillo, cuya destitución en diciembre desencadenó manifestaciones letales y sumió al país en el caos político. El paso de las horas y los enfrentamientos en ciudades del sur, hizo crecer la tensión en Lima.

A media tarde, la Policía Nacional del Perú lanzó bombas lacrimógenas para evitar el paso de manifestantes por la avenida Abancay, en el centro de Lima, que lleva al Congreso y al Palacio de Gobierno.

La gran marcha convocada por organizaciones sociales, sindicales y regionales produce tensión en distintos puntos de la capital peruana. Primero los manifestantes se juntaron en las inmediaciones a la Corte Superior de Justicia, el Paseo de los Héroes Navales, las avenidas Manco Cápac y Alfonso Ugarte. 

El gobierno desplegó más de 11.000 agentes de la Policía Nacional de Perú (PNP) para intentar controlar las manifestaciones. Víctor Zanabria, jefe de la Región Policial Lima remarcó que un contingente de 1.800 policías "estará de servicio para que no se produzca ningún desmán y aseguremos las actividades en la ciudad de Lima".

Los partidarios de Castillo, el primer presidente de origen rural en 200 años de república, esperan que la protesta abra un nuevo capítulo en las movilizaciones que comenzaron hace más de un mes y exigen la renuncia de Boluarte y un cambio estructural en el país. Castillo fue destituido tras un intento fallido de disolver el Congreso el 7 de diciembre.

Hasta ahora, las protestas se habían registrado principalmente en el sur de los Andes. En total, 53 personas han muerto en los disturbios, la mayoría en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad. Las últimas fatalidades se dieron en la noche del miércoles, cuando dos personas (una de ellas una mujer) murieron en enfrentamientos en Masusani, en el sur.

Al dirigir la protesta a Lima, los manifestantes esperan dar un nuevo impulso al movimiento que comenzó cuando Boluarte, que entonces era la vicepresidenta, juró en sustitución de Castillo pese a haber prometido exactamente un año antes en una ceremonia pública en el sur del país que, si el mandatario era cesado, ella renunciaría al cargo porque su lealtad era “a prueba de balas”.

Mientras crece la tensión en Lima, en Arequipa, la segundad ciudad del país, manifestantes intentaron tomar el control de parte de las instalaciones del aeropuerto Alfredo Rodríguez Ballón, que ya habían vandalizado en diciembre. Ahora destruyeron varias vallas del cerco perimétrico y el ministro del Interior ratificó que no lograron tomarlo.

Además, hay bloqueos en diferentes rutas a lo largo del país. La situación más critica es en la Panamericana Norte.