Correa marca la nueva era de Ecuador

Por Lupe Ledesma

Criticado por algunos, pero seguido y aplaudido por muchos, el reelegido presidente de Ecuador, Rafael Correa, manejará los destinos del país hasta el año 2017, en un periodo donde se espera grandes cambios dentro de la nación y donde el mandatario debe enfrentar a varios retos, el principal, sacar de la pobreza y la desigualdad social a muchos de sus ciudadanos.

Tengo la esperanza de que el futuro de Ecuador será mucho mejor, creo que este Presidente puede hacer muchas cosas por el país, porque ya no tiene excusas para implementar las leyes que quiere, porque cuenta con el mayor respaldo político y popular de la historia, que seguramente le permitirán actuar de la mejor manera posible por el bien de todos los ecuatorianos.

En su discurso de posesión nos dejó ver cuáles son los pasos que va dar, y trazó los compromisos de su administración frente a miles de personas de diferentes partes del país y líderes de Latinoamérica y otros países, como el príncipe español Felipe de Borbón, que asistieron a la ceremonia, donde dijo que se viene un gran cambio, espero que realmente lo anunciado se cumpla.

Sin pertenecer a uno otro bando de los partidos políticos de Ecuador, y sin tomar posiciones en contra o favor del Gobierno, yo solo espero que al Presidente todo le salga muy bien en su nuevo mandato, porque independientemente de lo que se piense sobre lo que Correa ha hecho en el pasado, o ha dejado de hacer, si al él le va bien como gobernante, los beneficiados son todos los ecuatorianos, y eso es lo mejor que le puede pasar a esta nación.

El Presidente tiene todo para implementar su plan de desarrollo, porque cuenta con un Congreso dominado por su partido político, Alianza País, que le permitirá actuar sin mayores contratiempos, pero es algo que también le da una gran responsabilidad, porque debe respetar las minorías, los grupos opositores y aceptar las críticas constructivas, lo mismo que la libertad de prensa, porque de ello dependerá la armonía para planear un buen futuro.   

Ecuador es un país está cambiando “profunda y positivamente”, como lo dijo el Presidente en su discurso de posesión, eso lo han sentido muchos de los que han viajado al centro del planeta y muchos que viven ahí, por ello los ecuatorianos en el exterior solo esperamos que esta misma senda trazada continúe y se mejore, porque de ello depende el bienestar de muchas familias.

Desde Canadá quiero sumarme al optimismo que tienen muchos ecuatorianos, porque es indispensable que todos apoyemos el resurgimiento de Ecuador, pero debo aclarar que eso tampoco nos va impedir denunciar o criticar las cosas que se hagan mal desde el Gobierno, los casos de corrupción y general todo aquello que va en contra de la ciudadanía en general.