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Destituyen al presidente de Perú Pedro Castillo porque quería dar un “golpe de estado”

07 de Diciembre de 2022 a las 19:39

Destituyen al presidente de Perú Pedro Castillo porque quería dar un “golpe de estado”

Mandatario quería la disolución del Congreso y ahora está preso. Vicepresidenta asumió el cargo

Perú vive una crisis interna de grandes y graves proporciones, luego que el Congreso votara para destituir al presidente. Buena parte de su gobierno renunció en protesta por lo que los líderes políticos calificaron como un intento de golpe de Estado. La vicepresidenta Dina Boluarte jura el cargo de presidenta tras la detención de Pedro Castillo

LIMA. – En medio de las fuertes criticas por lo que va de su Gobierno, el presidente de Perú anunció la disolución del Congreso y la instalación de un gobierno de emergencia para gobernar por decreto el miércoles, una medida sorprendente que los líderes políticos de todo el espectro se apresuraron a denunciar como un intento de golpe de Estado.

“Tomamos la decisión de establecer un gobierno de excepción orientado a restablecer el Estado de derecho y la democracia, a cuyo efecto se dictan las siguientes medidas: disolver temporalmente el Congreso de la República e instaurar un gobierno de emergencia excepcional, convocar en el más breve plazo a elecciones para un nuevo Congreso con facultades constituyentes para elaborar una nueva Constitución”, dijo Castillo y sumió a la frágil democracia en su mayor crisis política en años, porque no contaba con el apoyo necesario para cerrar el congreso.

Poco después el presidente de Perú fue detenido después de que el Congreso de su país lo destituyera por anunciar la disolución de esa Cámara y la instauración de un "gobierno de excepción".

Tras el anuncio de Castillo, el Congreso terminó declarando la vacancia del presidente por "incapacidad moral", es decir, su destitución, con 101 votos a favor, y decretó que asuma la presidencia la vicepresidenta Dina Boluarte. Según informan medios locales, Castillo se presentó después ante la prefectura de la Policía Nacional de Perú (PNP), donde fue puesto bajo custodia.

La decisión del presidente de Perú, Pedro Castillo, de decretar un Gobierno de excepción y disolver el Congreso ha sumido este miércoles al país en una etapa de profunda incertidumbre. El maestro rural ha sido destituido y detenido tras perder el apoyo del Ejército. El Tribunal Constitucional ha calificado de “golpe de Estado” las medidas anunciadas, que incluían una reorganización del sistema de justicia y el toque de queda. La vicepresidenta Dina Boluarte ha jurado el cargo de presidenta esta tarde, convirtiéndose en la primera mujer en gobernar Perú. El mandato de Castillo, marcado por la inestabilidad, termina así tras año y medio de promesas incumplidas y escándalos de corrupción.

El anuncio de Pedro Castillo sobre la disolución del Congreso provocó una cadena de renuncias, no solo de sus ministros sino también de embajadores y personajes en el extranjero, como fueron los casos de los enviados en Estados Unidos, España y el delegado del país ante la Organización de Estados Americanos.

Washington se mostró en contra de los intentos del presidente peruano. En un comunicado, la embajada estadounidense en Lima rechazó “categóricamente cualquier acto extraconstitucional para impedir que el Congreso cumpla con su mandato”.

El Gobierno norteamericano llamó a “revertir” el intento de cerrar el Parlamento y a dejar el normal funcionamiento de las “instituciones democráticas”.

Por su parte, el canciller de México, Marcelo Ebrard, informó que se suspendió la Cumbre de la Alianza del Pacífico que estaba prevista para el miércoles en la capital peruana. En un tuit, Ebrard evitó calificar los sucesos en el país miembro.

Sin embargo, el diplomático minutos después recalcó que “lamenta” este momento en Perú e hizo “votos por el respeto a la democracia y a los derechos humanos en bien de ese entrañable pueblo hermano”.

 

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