La difícil renegociación del TLC entre EE.UU., Canadá y México
22 de Agosto de 2017 a las 08:41Bajo salarios de los mexicanos un tema muy problemático
Estados Unidos, México y Canadá iniciaron el pasado miércoles la renegociación de lo que será el nuevo Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLC), que afectara directamente a unos 450 millones de consumidores de las tres naciones y miles de empresarios que manejan negocios que superan los 1,2 billones de dólares. La negociación está muy difícil por lo que quiere cada país, al punto que varios analistas han dicho que el TLCAN o NAFTA, por su sigla en inglés, tambalea.
NEW YORK.- En la primera semana de negociaciones para renovar el Tratado de Libre Comercio (TLC), quedó demostrado que los cambios que se pueden dar serán muy complejos, discutidos y ampliamente debatidos, por los tres países, porque quedaron planteados varios temas que serán difíciles de superar en la próxima ronda de negociaciones que se realizará en México, en septiembre, al punto que ya muchos analistas dicen que el acuerdo comercial que fue uno de los más importantes del mundo, tambalea.
Veintisiete años después de su puesta en marcha, el Tratado genera entre los tres países un intercambio de 20,6 billones de dólares anuales, es decir más de 20 millones de millones de dólares, siendo los Estados Unidos el país que más se ha beneficiado, independientemente de que el déficit comercial con sus dos contrapartes ha aumentado en forma exponencial.
Uno de los temas fuertes es que tanto Canadá como EE.UU., han criticado los bajos salarios que paga México, uno de los más bajos de toda Latinoamérica. Lo consideran, una suerte de dumping social. Los trabajadores mexicanos tienen el menor ingreso entre los estados miembros de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), lo que les permite competir en desigualdad de condiciones el libre mercado de productos, algo en lo que el Presidente de Estados Unidos, esta dispuesto a cambiar.
Robert Lighthizer, el negociador de los Estados Unidos, así como Ildefonso Guajardo, jefe de los negociadores mexicanos, prevén que las negociaciones "serán difíciles", luego de cinco días de negociaciones, del que surgió un comunicado que deja claro, que nada está claro: "el alcance y volumen de propuestas en curso de este primer ciclo de discusiones reflejan el compromiso de los tres países para alcanzar un resultado ambicioso y muestran de nuevo la importancia de modernizar las reglas que regulan el mayor tratado de libre comercio del mundo".
Estados Unidos quiere cambiar varias de las reglas de origen, notablemente en la industria automotriz donde se genera gran parte de su déficit comercial, así como incluir un capítulo laboral dentro del tratado y no como un acuerdo paralelo. Esas propuestas son acordes con la visión del presidente Donald Trump, quien durante la campaña presidencial del año pasado hizo del tema un eje recurrente de su discurso. Trump afirma que es el peor acuerdo nunca antes firmado por Washington pues, asegura, ha provocado la pérdida de 700.000 empleos, una cifra que muchos especialistas cuestionan.
Canadá por su parte insiste en la necesidad de incluir un capítulo sobre derechos sociales, otro sobre medio ambiente y un punto sobre los derechos de las comunidades indígenas. Las centrales sindicales de Canadá estiman que es necesario dar su lugar "a los trabajadores", es decir respetar las normas internacionales en materia de trabajo.
El gobierno mexicano es el menos claro en sus objetivos. Su representante, el ministro de economía ha dicho que" se trata de ganar, ganar, ganar" y "no volver al pasado", sin aportar mayores precisiones de lo que quiere ese país.
El Tratado de Libre Comercio para América del Norte (TLC o TLCAN), también denominado NAFTA o ALENA (por sus siglas en inglés y francés), es clave para México pues envía a Estados Unidos y Canadá un 80% de sus exportaciones. El Producto Interno Bruto (PIB) estadounidense es de 18 billones de dólares contra 1,1 billón de su vecino del sur.
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