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Miro y su mundo surrealista llega al Museo de Arte Moderno de Nueva York

19 de Marzo de 2019 a las 09:08

Miro y su mundo surrealista llega al Museo de Arte Moderno de Nueva York
CULTURALES: Hasta junio se exhibirán 60 de las más grandes obras del artista español  

El Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA) inaugura una exhibición del pintor español Joan Miró, Birth of The World. La muestra que abrirá sus puertas hasta el mes de junio, servirá que todos los seguidores del artista en el mundo lleguen a la gran manzana y puedan apreciar 60 obras del poético mundo visto por el genio catalán, entre las que se encuentran "El Nacimiento del Mundo" (1925), un autorretrato a lápiz, cera y óleo (1937).

NEW YORK.- Los españoles tienen grandes pintores surrealistas y entre ellos uno de los más destacados es el artista catalán, Joan Miro, a quien el Museo de Arte Moderno de New York, le ha querido rendir un homenaje, dejando que sus pasillos se llenen con obras tan destacadas, El nacimiento del mundo, que es la obra que da título a la exposición y todas las demás piezas giran en torno a ella. Son más de 60, compuestas entre 1920 y 1950.

El MoMA exhibirá pinturas, grabados, trabajos en papel, libros ilustrados, collage, también cuenta con varias piezas cedidas para completarla y otros objetos de su extensa colección, que fueron ordenados cronológicamente, desde el primer viaje de Miró a París en 1920, hasta comienzos de la década de los 50, cuando su particular lenguaje visual empezó a ser conocido mundialmente.

Miro y su mundo surrealista llega al Museo de Arte Moderno de Nueva York

Joan Miró i Ferrà fue un pintor, escultor, grabador y ceramista español, considerado uno de los máximos representantes del surrealismo. En sus obras reflejó su interés en el subconsciente, en lo infantil y en la cultura de Cataluña.

Entre las obras destacadas se podrán apreciar, el “Retrato de Enric Cristófol Ricart”, de 1917, en el que el artista expresa su intención de conseguir una proyección internacional con una paleta inspirada en movimientos artísticos franceses de la época sobre un estampado japonés.

Asimismo, se puede ver el efecto que tuvo en Miró el París de 1920, donde conoció a un grupo de poetas y pintores vanguardistas que tuvieron un decisivo impacto sobre su carrera profesional, con cuadros como “Paisaje Catalán (El Cazador)”, (1923-1924) y la protagonista, “El Nacimiento del Mundo” (1925).

Joan Miró: Birth of The World, podrá ser visitada hasta el 15 de junio, es la cuarta exposición monográfica que ofrece este museo al pintor nacido en Barcelona en 1893 y que falleció en Palma de Mallorca en 1983. Hubo una primera, muy temprana, en 1941, a las que siguieron otras en 1959 y 1993.

De acuerdo al País, en su reseña sobre la exposición, Miró admiraba la poesía desde su adolescencia y más de una vez dijo que había aprendido mucho de los poetas. Aprendió a pintar leyendo, llevaba la poesía al lienzo, la sintaxis rota de las vanguardias poéticas reaparecía hecha pintura en sus obras. Miró confesó que intentó “aplicar colores como palabras que forman poemas, como notas que forman música”.

Miro y su mundo surrealista llega al Museo de Arte Moderno de Nueva York

La exposición está organizada de manera cronológica y recoge tanto los años anteriores como los posteriores a El nacimiento del mundo, su evolución desde que vivía en Barcelona hasta el mural que pintó para la Universidad de Harvard en 1951, una obra hecha en su madurez, y en la que su estilo es ya definido y reconocible. La exposición se detiene en el proceso de creación de Miró, en la relación que tenía con la poesía mostrando obras en diferentes formatos que van “más allá de la pintura”, en su compromiso con la libertad y con los derechos humanos y en sus sueños.

Excepto cinco préstamos "excepcionales" de manos privadas, la exhibición de 60 obras, que comprende pinturas, dibujos, impresiones y objetos, procede en su gran mayoría de los fondos del museo, que tiene una colección de los trabajos más tempranos de Miró.

El MoMA incide en el momento en el que sus imágenes pictóricas, de delgadas figuras, estrellas, y símbolos sexuales, empiezan a ser reconocidas internacionalmente, lo que le lleva a diseñar obras públicas. Entre ellas, la pintura mural que se le encargó para un comedor de la Universidad de Harvard, de casi 6 metros de longitud.

 

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