Muestran el lado oscuro de Walt Disney

MADRID.: Un Walt Disney racista, egocéntrico, de extrema derecha y para completar obsesionado con su muerte, hacen parte de los argumentos de la nueva ópera que Philip Glass, en la que se muestra el lado oscuro del legendario creador de los dibujos animados y los parques de diversiones en Estados Unidos.

El estreno de la obra, "El americano perfecto", ya encendió la polémica mundial, para algunos críticos es muy buena y para otros solo es una manera de crear escandalo para atraer público, pero lo cierto es que ya medio mundo esta opinando sobre ella.

En el teatro Real de Madrid España, se dio inicio a esta ópera que seguramente atraerá mucho público, porque sólo para su estreno varias estrellas del cine y la música se reunieron en España para disfrutar el espectáculo que no deja muy bien parado a una de las leyendas norteamericanas.

El creador de mágicas figuras como el Pato Donald, Bambi o Mickey Mouse, es mostrado con un hombre oscuro y tenebroso al que sólo le importaba ser inmortal, ganar mucho dinero y era un explotador, que exigió a su familia que su cuerpo no fuera enterrado y permanezca congelado “hasta el día que la muerte haya sido abolida”. Un deseo que no fue cumplido, ya que fue incinerado. 

La ópera plantea un Walt Disney que se creyó “el rey de todo” cuanto veía y hacía. Para realizarla sus creadores se basaron en el libro homónimo del escritor estadounidense Peter Stephan Jungk, El americano perfecto, en el que se retrata un personaje muy diferente al que mundo conoció.

La puesta en escena gira con un Disney en la recta final de su existencia, y donde se mezclan personajes de ficción con la realidad, porque la enfermera que lo atiende es Blancanieves.

La ópera de Glass, su vigésimo cuarta incursión en el género, remite a un Walt Disney que se jacta de mover los hilos de la política a su antojo e interés, a quien no le tiembla el pulso si hay que despedir a un trabajador por sus ideas políticas "de izquierda" y que se permite aconsejar "a la cara" al presidente Lincoln que renuncie a sus ideales de justicia social, y al que mira y trata como un autómata.

Uno de los aspectos destacados de la puesta en escena es la música, que logró mezclar perfectamente lo más mordaz con los más caótico y artístico, como fue la vida de Disney, del que se afirma que fue un hombre con "los pies en el barro y la cabeza en las nubes".

"El americano perfecto" ha sido un encargo del director artístico del Teatro Real, Gerard Mortier, a Philip Glass, y una producción pagada a medias con la English National Ópera de Londres, donde se verá en junio próximo, cuando salga de gira internacional.