Para frenar la criminalidad, Canadá comprará armas, para que no lleguen a los delincuentes o locos

La criminalidad crece en las grandes ciudades de Canadá, especialmente en Toronto, Vancouver y Montreal, y una de las formas de atacar el problema es sacar de las calles las armas prohibidas hace dos años, para que no terminen en manos de los delincuentes. Por ello el Gobierno se ha propuesto, primero limitar la venta y el uso de armas de asalto, y ahora comprar las que quedaron en manos de los comerciantes, como la AR-15. Ellos no saben qué hacer con ellas, porque los fabricantes no se las reciben. El problema no es menor, porque se estima que existen cerca de medio millon de estas armas en el comercio, sin poderse vender legalmente, pero que podrían tomar un camino ilegal. El costo de la compra será millonario y lo deberán pagar todos los canadienses.  

EDITORIAL. - Una promesa de cuatro años del gobierno liberal de recomprar armas de fuego prohibidas está cada vez más cerca de la implementación de un acuerdo para comprar 11,000 armas y piezas ahora ilegales de minoristas que ya no pueden venderlas.

Para lograr su objetivo el gobierno trabaja de la mano de la Asociación Canadiense de Armas y Municiones Deportivas (CSAAA) para ayudar a identificar y facilitar la compra y destrucción de las armas de fuego por parte del gobierno.

El problema es grave, porque se estima que podría ser más de medio millón de armas de fuego declaradas ilegales, que podrían llegar el mercado negro de armas, despues que el gobierno prohibiera su venta en el año 2020.

Pese a que muchos ven con buenos ojos la compra de las armas para que estas no lleguen a las calles, la CSAAA, dijo que no está convencida de que un programa de recompra realmente funcione”, por la ausencia de asignación presupuestaria federal y la falta de un proceso concreto de implementación".

Los esfuerzos para lanzar un amplio régimen de recompra se han visto obstaculizados por numerosos factores, incluido el precio potencial para comprar las armas y poner en marcha el programa.

El Oficial de Presupuesto Parlamentario (PBO) estimó en 2021 que comprar las armas podría costar hasta $ 756 millones, aunque señaló que era difícil calcular cuántas armas estarían a la venta. En ese momento, el gobierno dijo que 150,000 armas de fuego se verían afectadas, mientras que la CSAAA había identificado aproximadamente 518,000.

En el presupuesto de 2023, los liberales destinaron $ 29 millones durante cinco años para ayudar al programa del Gobierno y a la RCMP a implementar una "solución” al problema de las armas declaradas ilegales, que no se pueden vender, pero que estan en manos de comerciantes.

El gobierno ha establecido un precio que parece dispuesto a pagar a los propietarios de armas individuales por las armas de fuego de grado militar que fueron prohibidas. Estos incluyen rifles como el AR-15, notorio por su uso en tiroteos mortales, y el Ruger Mini-14, que fue una de las armas utilizadas en los asesinatos masivos de 2020 en Nueva Escocia.

Para los críticos del programa, el costo es lo de menos, pero el problema real es que no existe evidencia de que un programa de recompra de armas, tenga un impacto significativo en la violencia que se está registrando en Canadá.

Se esperan más anuncios del gobierno esta semana sobre la prevención de delitos con armas de fuego, así como el contrabando transfronterizo. Expertos creen que vendrán más prohibiciones de ventas de armas, el problema es que ya estan en manos de los comerciantes, que exigen un reembolso por ellas, por lo que muchos creen que el problema tendría más solución, si se prohíbe es su fabricación.