Por ignorancia, lamentablemente crece la xenofobia contra los chinos por el coronavirus
04 de Febrero de 2020 a las 04:08
Ojala que este mal de odios se pueda detener, porque puede ser más contagioso que el mismo coronavirus, pero inexplicablemente y más por ignorancia, cada vez son más los ciudadanos de origen chino que se quejan de comportamientos racistas por culpa del virus. Cabe destacar que en Canadá no se han presentado ningún caso de xenofobia contra la comunidad china, pero si crece el temor, y el Gobierno Canadiense y el Ministerio de Educación están haciendo un llamado a los padres de familia y los profesores para evitar que se generen delitos de odio, o alguno tipo de rechazo especialmente contra los niños asiáticos, que no tienen nada que ver con la expansión de la enfermedad, que sigue generando muchas muertes en el mundo, mientras aumentan el número de contagiados. En las calles del mundo, y especialmente en los aeropuertos ya se siente la xenofobia cuando se ve a un viajero que se cree que viene de las regiones afectadas, sin siquiera saber si realmente viene de China, solo por sus rasgos físicos, algo más producto de la ignorancia, que no debe pasar.
EDITORIAL.- El brote del nuevo coronavirus originado en China, que ha cruzado una veintena de fronteras y que ya ha llegado a Canadá, Estados Unidos, Europa, Australia, y gran parte de los países asiáticos, está generando sentimientos xenofóbicos contra las personas de rasgos físicos de las regiones afectadas, porque muchas personas ni siquiera entienden que no es un problema de solo chinos, sino de todo el mundo, y que realmente solo una muy mínima población mundial tiene la enfermedad, que están intentado controlar autoridades sanitarias de todos los países.
Para que entiendan porque el rechazo es totalmente absurdo, innecesario y puede generar actos violentos, por la ignorancia que se expande por redes sociales, la población estimada en China, según los datos de 2017, se sitúa en 1.386.000.000 de personas y los contagiados por coronavirus en el país ascienden, según el último informe, a 20.438 casos. El porcentaje de enfermos, por tanto, es del 0,000007% en China. De esta ínfima cifra la tasa de mortalidad sigue siendo muy baja, apenas del 2%.
Aunque el rechazo contra la comunidad china no es nueva, los chinos han tenido que vivir por siglos luchando contra la xenofobia, casi como los negros o los latinos en Estados Unidos, y los africanos en Europa, o los árabes para el mundo, el miedo a la enfermedad que se propaga por el planeta, está generando un racismo contra los asiáticos que no se debe dejar prosperar, porque el mal no respeta, ni fronteras, ni razas.
Para los especialistas ante el temor por cualquier cosa, llámese delincuencia, drogas, violencia o enfermedad, en este caso un posible contagio, las sociedades señalan a los responsables, buscan el modo de protegerse, y pagan todos por unos cuantos, que no son mayoría. De ahí donde surge el racismo y la xenofobia, que más es producto del desconocimiento de lo que pasa con el virus. La gente cree que un chino le puede significar la muerte.
Aunque el problema del actual rechazo a los chinos no solo se registra en Estados Unidos o Emiratos Árabes, Rusia u otros países donde los gobiernos han tomado medidas que muchos consideran exageradas, como no permitir el ingreso de ninguna persona que visite china en las últimas semanas, el verdadero sentimiento xenofóbico está creciendo entre los mismos asiáticos, porque durante las últimas semanas han proliferado en las redes sociales de Filipinas, Indonesia o Vietnam multitud de mensajes de odio hacia los chinos, a los que se identifica casi automáticamente como transmisores del patógeno, y reclamos para que sus respectivos gobiernos blinden sus fronteras a los nacionales de China.
En Filipinas, donde se ha registrado la primera muerte por el nuevo coronavirus fuera de China las redes sociales hierven con mensajes xenófobos que asumen que todos los chinos son focos de enfermedades y reclamos al presidente Rodrigo Duterte para que vete su entrada al país, algo totalmente inaceptable, repudiable y que solo refleja ignorancia. Insistimos ojala que este mal de odios se pueda detener, porque puede ser más contagioso que el mismo coronavirus.
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