Quieren “inundar” con más más vallas digitales de publicidad a Toronto

TORONTO.- Un gran debate se está dando en la ciudad porque los publicitas quieren más espacio para instalar sus gigantescas vallas digitales gran parte de Toronto, tal cual sucede en la plazoleta de Yonge-Dundas, donde desde hace cuatro años les permitieron tomarse parte del espacio de los edificios.

El problema es que hay una creciente oposición en la ciudad para que no se permita la instalación de estas gigantescas pantallas de publicidad que muchos consideran como los grandes contaminadores visuales y otros como un gran peligro. El problema es que ellas representan miles de dólares de ingreso a la ciudad y se estima que el negocio mueve más de 200 millones de dólares al año.

El debate está caliente, porque los opositores señalan que aparte de la contaminación visual que generan, las vallas emiten grandes cantidades de luz que perturba el sueño de las personas que viven a los alrededores de ellas, pero especialmente porque son generadoras de muchos accidentes, porque los conductores se distraen.

Los publicistas por su parte defienden este recurso como una buena herramienta para colocar publicidad al aire libre, pero además porque le da una apariencia moderna a Toronto.

El tema es polémico porque detrás de estas pantallas de video hay un verdadero negocio que mueve millones de dólares en la ciudad y que está desplazando a las vallas que son solo son fotografías. Los empresarios de este millonario negocio están pidiendo permisos para muchos lugares, especialmente en el centro de Toronto, algo que también representaría más ingresos al municipio.

Según los especialistas, estas vallas pueden representar ingresos anuales brutos entre $ 141 y $ 220 millones, porque se cobra por espacio y el tiempo en segundos que dura un comercial. Una sola de estas pantallas puede rotar decenas de comerciales en un solo día, y ya hay muchas empresas dispuestas a pagar esta clase de publicidad, que se quiere colocar en autopistas, avenidas, calles principales del centro de Toronto.

Por ahora el Consejo Municipal estudia si dar o no un permiso más amplio para esta clase de publicidad y para ellos está revisando los estudios que se han hecho sobre el tema, y el impacto que han tenido las vallas electrónicas que ya existen.