Rusia, cuestionada, atacada y bajo presión, después de 6 meses de iniciar su guerra contra Ucrania

Cuando el presidente ruso Vladimir Putin invadió Ucrania el 24 de febrero, muchos esperaban una victoria rápida de Moscú, pero esta no llegó, pero si los muertos que está dejando el conflicto, además de los efectos sobre todo el planeta. Seis meses después de iniciar una guerra, que pensaba ganar en una semana, el Gobierno ruso se siente acusado, atacado, cuestionados y hasta presionado por los mismos rusos, que no entienden porque su presidente los metió en un conflicto que los está dejando solos, con cientos de muertos, sin aliados y con muchos problemas, mientras Ucrania sigue resistiendo y ganando terreno.

EDITORIAL. – El 24 de febrero, el presidente ruso Vladimir Putin declaró en un discurso televisivo una "operación militar especial" en la región ucraniana del Donbás. Al mismo tiempo, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas le pedía parar.  Por una gran cantidad de razones, cuando se cumplen 6 meses de la invasión de Rusia a Ucrania, que desató una guerra que ha tenido momentos dolorosos, en la que se han perdido miles de vidas y afectado a todo el mundo, aun muchos no se explican que es lo que realmente buscaba el gobierno ruso al meterse en una guerra que no ha podido ganar, siendo una de las grandes potencias armadas del planeta.

Nadie sabe cómo terminará esta guerra, y eso hace temer por los efectos. El presidente de Rusia, Vladimir Putin, tras acallar la disidencia, ha dicho que la guerra “no ha empezado nada en serio”. Por su parte el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, ha restado importancia a las posibilidades de un acuerdo y ha instado a su pueblo a no doblegarse, a seguir la resistencia, que con el apoyo de varios países ha logrado darle la “pelea” a la potencia mundial, que pensaba que el conflicto no duraría.

La guerra, con todo su horror, nos afecta a todos, no solo a rusos y ucranianos, porque de una u otra forma, el conflicto traspaso las fronteras, y ahora tiene al mundo sufriendo por un peligroso desastre nuclear que podría arrasar parte de Europa, con las graves consecuencias para todo el planeta.

La guerra ha contribuido a una crisis mundial de alimentos. Muchos países dependen de las exportaciones de trigo de Ucrania, pero Rusia ha estado bloqueando los puertos ucranianos desde febrero. Seis meses después, se ha llegado a un acuerdo que permite a Ucrania reanudar sus exportaciones. Según los términos del acuerdo, Rusia acordó no atacar a los puertos mientras los envíos están en tránsito y Ucrania acordó que sus buques de guerra guiarán a los de carga a través de aguas minadas. El acuerdo ha sido de los pocos avances diplomáticos de la guerra hasta el momento y Turquía y la ONU ayudaron a negociarlo.

Mucho se ha escrito en los últimos seis meses sobre el efecto brutal de la guerra sobre el pueblo de Ucrania y sus ciudades pulverizadas, pero la resistencia sigue creciendo y ya expertos que sigue de cerca el conflicto aseguran que hasta el propio régimen ruso está empezando a cuestionar el conflicto en el que están metidos y los efectos del mismo sobre la potencia mundial.

El reciente asesinato de la ultranacionalista Darya Dugina, de 29 años, en Moscú ha despertado el interés de los observadores que creen que es una señal de las crecientes y violentas divisiones dentro de Rusia sobre la guerra.

Medio año después de que las fuerzas rusas concentradas en la frontera hicieran su movimiento hacia Ucrania, he aquí cómo se presenta el conflicto a los combatientes y a un continente sumido en la confusión.