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¿Se está perdiendo la guerra contra el narcotráfico en el mundo?

20 de Abril de 2012 a las 12:41

El enemigo común avanza a pasos agigantados, los muertos de esta tragedia los están poniendo países como México, Colombia, Bolivia y gran parte de Centroamérica, los grandes consumidores y sus males siguen estando en Estados Unidos y Europa, pero pese a las funestas consecuencias aun no hay camino para derrotar a los carteles del narcotráfico y esta lucha no parece tener fin.

Según un informe de la BBC la guerra contra las drogas con sus decenas de miles de muertos en América Latina y el Caribe precisa hacer un alto en el camino, revisar qué se ha hecho y hacia dónde se desea ir. Las estrategias antidrogas han dejado 50 mil muertos en cinco años en México y 20 mil sólo en 2011 en Centroamérica, sin contar las decenas de miles de muertos en otros países de la región.

Treinta y tres líderes americanos -entre los que se encontraba Barack Obama, el Primer Ministro de Canadá, el presidente de Colombia y de México entre otros, quienes se reunieron en Cartagena, Colombia para la Cumbre de las Américas, no pudieron llegar a un acuerdo para enfrentar a los carteles de la droga.

Para muchos esta lucha ha sido un fracaso total, ya lo dicen abiertamente jefes de estado de Suramérica, que hasta culpan a Estados Unidos y a Europa por no hacer algo más fuerte para detener el consumo entre sus habitantes, que se convierten en la gasolina para impulsar el trafico de drogas en todo el mundo.

Los presidentes Felipe Calderón de México y Juan Manuel Santos de Colombia, dos de los países más afectados por los carteles de las drogas, intentaron abrir un debate mundial para buscar los caminos para legalizar el consumo, pero la propuesta no fue bien recibida por Estados Unidos ni Canadá.

Militares de la región que luchan contra los carteles ya han denunciado que la guerra se está perdiendo y que será muy difícil ganar si se sigue sólo atacando a los productores y no al consumo.

Para muchos en la región el camino de los últimos 40 años para combatir el narcotráfico no ha funcionado, y es momento de pensar en alternativas.

Mucho antes de que estuviera en posición de cambiar las políticas de su país, Barack Obama tenía visiones firmes sobre un problema complejo: "La guerra contra las drogas ha sido un fracaso absoluto. Necesitamos repensar y despenalizar nuestras leyes sobre la marihuana. Necesitamos repensar cómo estamos conduciendo la guerra contra las drogas".

Pese a ello tres años después de asumir la presidencia, Obama dejó en claro que no está a favor de legalizar las drogas o modificar las políticas que tratan a los consumidores como criminales. "No me importa un debate alrededor de temas como la despenalización", dijo en la cumbre en Cartagena. "Yo personalmente no estoy de acuerdo en que esa sea una solución al problema", aclaró.

La despenalización significa eliminar las sanciones penales al uso de drogas. No es lo mismo que la legalización que, en su forma más pura, significa la abolición de todas las formas de control gubernamental sobre las drogas.

El negocio de las drogas, como cualquier otra industria, está gobernado por las leyes de la oferta y la demanda. A mayor demanda, mayor producción; cuando la oferta excede la demanda, bajan los precios y, viceversa.

En otras palabras, cuando hay escasez de materia prima, bien sea hoja de coca, opio o marihuana, los precios aumentan; si hay mucha, los precios bajan, de ahí que muchos pienses que al legalizarla se podría poner fin al problema porque es muy costosa producirla, pero otros creen que pasaría todo lo contrario que se vendería con mayor facilidad.

El comercio global en drogas ilícitas genera miles de millones de dólares al año. Según algunos cálculos, el volumen económico del narcotráfico equivale al de la internacional del turismo.

Las enormes cantidades de dinero en juego lo convierten en una de las actividades criminales más lucrativas y peligrosas en el mundo de los negocios ilegales.

La globalización, la desregulación bancaria y los acuerdos de libre comercio ofrecen herramientas hechas a la medida de las narcomafias, algunas de las cuales poseen la organización y el alcance de las grandes empresas multinacionales, según dice un informe de la BBC.

Los consumidores de drogas ilícitas son muchos menos que los fumadores o los que toman alcohol. Sin embargo, su número está creciendo, alcanzando en la actualidad entre el 3 y 4% de la población mundial.

La marihuana es la sustancia psicotrópica más requerida, al tiempo que los estimulantes sintéticos están ganando más popularidad, en particular entre la juventud urbana. Mientras tanto, en algunos países, la heroína conquista un nuevo mercado en las clases más pudientes.

Por todo ello es que muchos creen que la guerra contra el narcotráfico la están perdiendo los gobernantes y es la hora de buscar un nuevo camino.

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