¿Se hundirá la reelección de Trudeau como Primer Ministro de Canadá?

Parte de las mujeres que antes lo idolatraban, lo que veían como una estrella del cine, que alababan por su personalidad arrolladora, sus propuestas y le querían porque les dio un importante lugar en su Gobierno, ahora lo cuestionan y ponen en duda la honestidad del Primer Ministro de Canadá, que está metido en un escándalo de corrupción de marca mayor, denunciado nada menos por Jody Wilson-Raybould, ex ministra de justicia de su Gobierno, quien desató la peor crisis política para un mandato liberal, tanto que el Partido Conservador ahora exige que el mandatario renuncie para evitar la obstrucción a la justicia. Todo esto pasa mientras los partidos políticos y sus líderes se preparan para las elecciones federales en octubre, donde los liberales pensaban serie reelegido sin problemas Justin Trudeau, algo que ahora muchos ponen en duda.

EITORIAL.- El Primer Ministro, Justin Trudeau, es desde hace unas semanas el protagonista de un escándalo de corrupción que está hundiendo su carrera política, su popularidad en el mundo y lo tiene en el ojo de un huracán con la justicia, porque muchos creen que realmente actuó mal en el resonado caso de la empresa constructora SNC-Lavalin.

El líder de los liberales, no está pasando por su mejor momento, a tan solo unos meses de las elecciones federales de octubre en la que se esperaba que el mandatario fuera reelegido son problemas.  

Aunque el Primer Ministro venía recibiendo fuertes críticas por sus posiciones dentro y fuera del país, por lo que pasa en migración, los enfrentamientos con EE.UU., Rusia y China, gozaba hasta el año pasado de un gran prestigio y una popularidad a toda prueba, que le permitían avanzar a la reelección, pero el 14 de enero pasado todo cambio, cuando Trudeau anunció la remodelación de su gabinete, sustituyendo a Jody Wilson-Raybould, exfiscal general de Canadá, como ministra de Justicia, y nombrándola en un cargo menor.

Esa degradación, como lo aseguran los expertos, le está saliendo muy costosa al mandatario y a su partido, porque luego ella renunció y denunció a Trudeau ante el Comité de Justicia del Parlamento, en el que aseguró que durante meses fue objeto de presiones indebidas para favorecer a la mayor constructora del país, SNC-Lavalin, en un caso en el que se le acusa al Primer Ministro de falta de ética y se habla de millonarios sobornos.

El escandalo puso a tambalear a todo el Gobierno, porque las dudas se profundizaron con la salida de altos funcionarios, como la ministra del Tesoro de Canadá, Jane Philpott, quien manifestó su solidaridad con Wilson-Raybould y confesó haber perdido la confianza en Trudeau. Luego se generaron más dudas sobre el caso, en parte gracias al mismo Primer Ministro, que primero negó todas las acusaciones y luego admitió que integrantes de su equipo hablaron con Wilson-Raybould sobre la compañía y las sanciones, e incluso que él hizo lo mismo, aunque según sus palabras todo dentro del marco legal. Muchos ya no le creen.

La crisis siguió su marcha, y luego se conoció una conversación que Wilson-Raybould grabó en secreto con el secretario del Consejo Privado Real de Canadá, Michael Wernick, en la que está inmerso Trudeau y como intenta favorecer a la empresa cuestionada. Luego de esta denuncia, miembros del partido liberal debatieron fuertemente lo hecho por la ex ministra, por la grabación, y Trudeau, en otro paso en falso, según sus críticos, intentó expulsar a las dos exministras y actuales diputadas liberales de su partido, aumentando el debate político y ético.

Todo esto ocurre a pocos meses de las próximas elecciones federales, en el que los Liberales esperaban reelegir al Primer Ministro.