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Violentas protestas por supuesto fraude de Evo Morales para ganar la presidencia

22 de Octubre de 2019 a las 10:58

Violentas protestas por supuesto fraude de Evo Morales para ganar la presidencia
En Bolivia acusan al mandatario de “robo” electoral, para seguir en su cuarto mandato

En cuestión de horas y cuando ya se pensaba que habría segunda vuelta por los resultados que se habían dado por anticipado, a la media noche del lunes la presidenta del Tribunal Supremo Electoral de Bolivia (TSE), María Eugenia Choque, presentaba nuevos resultados que convertían a Evo Morales en el virtual ganador de las elecciones presidenciales en primera vuelta, lo que desató una oleada de protestas en todo el país, porque muchos ven un fraude electoral. Human Rights Watc dice que el Presidente Morales, que va por su cuarto mandato, intenta robarse las elecciones.

BOLIVIA.- Si las cuentas son como la anuncia el Tribunal Supremo Electoral de Bolivia (TSE), Evo Morales será presidente boliviano hasta 2025, pero como hay muchas dudas sobre el resultado que cambio extrañamente a la media noche del lunes, se han generado fuertes marchas de protesta en el país suramericano.

Violentas protestas por supuesto fraude de Evo Morales para ganar la presidencia  El triunfo de Morales se dio a conocer luego de parar el conteo de votos por casi 24 horas, lo que generó desconfianza entre los electores y especialmente Carlos Mesa, quien marchaba bien en la votación inicial, pero luego resultó perdiendo por un 10 por ciento frente al presidente Morales que buscaba la relección.

El supuesto fraude se dio el domingo a la noche, luego de una jornada electoral que había transcurrido en paz, los dato preliminares, con casi el 84% de los votos escrutados, daban ganador a Evo Morales, pero con una diferencia de apenas 7 puntos en relación a Mesa (45,28% contra 38,16%), que obligaba a una segunda vuelta, según las leyes bolivianas, luego se paró el conteo y surgió un nuevo resultado que dejaba a Morales como presidente.

El recuento de actas dio sorpresivamente a Morales un 46,87% de los votos y a su rival, Carlos Mesa, el 36,73%, una vez escrutado el 95,30% de los sufragios. Morales, en el poder desde 2006, está a punto de evitar una segunda vuelta y ser reelegido. Según la Constitución boliviana, el ganador en primera vuelta debe obtener el 50% más uno de los votos válidos o al menos 40% de los sufragios, con una ventaja de 10 puntos sobre el segundo. Las protestas no se hicieron esperar.

El presunto fraude desató la ira de muchas personas que se lanzaron al conocer la noticia a las calles de Bolivia, especialmente luego que la Organización de Estados Americanos (OEA) manifestó en un comunicado el lunes su “preocupación y sorpresa por el cambio drástico y difícil de justificar en la tendencia de los resultados preliminares conocidos tras el cierre de las urnas”.

El director ejecutivo de Human Rights Watch, José Manuel Vivanco, escribió en Twitter que “la OEA debe convocar de inmediato a una reunión de Cancilleres y aplicarle la Carta Democrática a Evo Morales. Todo indica que está intentando robarse la elección”.

En septiembre, la Unión Europea advirtió que era tan baja la credibilidad del Tribunal Supremo Electoral, que temía por el día después de las elecciones. Esto se confirmó el lunes, ya que luego de la queja de los veedores internacionales, que no entendieron por qué el Tribunal suspendió la transmisión rápida de actas, así como paró sin explicación, los vocales decidieron reanudar con este método, cuando el cómputo oficial superaba el 60% y daba un virtual empate entre Evo Morales y Carlos Mesa.

El domingo, poco después de que se den a conocer los resultados preliminares, el presidente y candidato a la reelección, Evo Morales, “celebró” la victoria. Carlos Mesa, en cambio, decía que todo indicaba que habría segunda vuelta. Mesa, el lunes en la tarde, llamó a una movilización durante la interrupción del conteo porque supuestamente el Gobierno de Morales buscaba, a través del TSE, frenar la segunda vuelta.

El supuesto fraude desató una jornada violenta de protestas el lunes, que siguieron el martes. Los manifestantes quemaron urnas y sedes electorales, la oposición, sindicatos, organizaciones empresariales y ciudadanos preparaban más protestas para esta semana.

En Sucre (sureste) y en Potosí (suroeste), enardecidas muchedumbres incendiaron los tribunales electorales departamentales. En La Paz se registraron choques con la policía, mientras la oficina del partido gobernante, el Movimiento Al Socialismo (MAS) era destruida en Oruro (sur). Los incidentes también alcanzaron a las ciudades de Tarija (sur), Cochabamba (centro) y Cobija (norte), donde la policía dispersó a los manifestantes. En Riberalta, departamento Beni (noreste), los manifestantes destruyeron una estatua del fallecido mandatario venezolano Hugo Chávez, aliado de Morales.

 

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