Europa no puede detener la emigración de millones de personas que buscan refugio.

Grave crisis humanitaria denuncia la ONU. En un gran cementerio se está convirtiendo el mar Mediterráneo, especialmente de millones de personas que buscan escapar de los conflictos armados, la miseria y el terrorismo religioso, que se apoderado de algunas regiones de África y lejano Oriente. Ellos están buscando refugio e intentan llegar a cualquier país de Europa, arriesgando sus vidas, y la de sus hijos, porque para ellos lo importante es encontrar una nación que los reciba.
 

MADRID.- Millones de personas, arriesgando sus vidas, las de su hijos, y las de su familia, se han lanzado al mar mediterráneo intentando llegar a Europa, lo que según la ONU, está generando la mayor crisis de refugiados y desplazados desde la Segunda Guerra Mundial.
 

Por otra parte, la inmensa mayoría de los europeos siente que hay que hacer algo para evitar en el Mediterráneo las muertes de los que intentan llegar en barca, 25.000 personas murieron a lo largo del 2014 en esa travesía, pero otros no quieren ser invadidos por millones de personas que les pueden quitar sus fuentes de trabajo, y afectar su calidad de vida, lo que ha abierto un gran debate dentro de la UE, sobre los efectos de esta gran migración.
 

Se estima que más de 50 millones de personas han pedido asilo en otro país o han tenido que desplazarse dentro del propio a causa de conflictos bélicos, casi la mitad de ellos en África y Oriente Próximo. Solo de Siria han salido tres millones de personas y otros seis se han visto forzados a trasladarse dentro del país. La dictadura de Eritrea, el Estado fallido de Somalia, la violencia del llamado Estado Islámico, los conflictos en Sudán o Malí, todos ellos han causado en los últimos años un aumento sustancial del número de personas que huyen de su país por razones de seguridad.
 

Según reportes de organismos de derechos humanos, la gran mayoría de estas personas que están buscando un refugio buscan en los países vecinos ayuda, pero un gran número intenta llegar a Europa, y en este viaje muchos están muriendo, especialmente los que procedente del África subsahariana, mientras los países Europeos intentan de cualquier forma detener el ingresos a sus respectivas naciones.
 

Los mayores afectados son los ciudadanos que están bajo las peores dictaduras, o los conflictos armados, con tinte religioso, porque en su mayoría son personas muy pobres, que están arriesgando todo con tal de escapar y en su intento están dispuestos a morir, algo que ya está generando un cambio en algunos países europeos que los empezaron a aceptar bajo ciertas condiciones.
 

La situación es tan problemática que Alemania se ha convertido en el primer país del mundo, por encima de EE. UU., en el número de refugiados que acoge, y también Suecia y Holanda aceptan un buen número de las peticiones que les llegan, pero los países del sur de Europa siguen reacios a conceder refugios a estas personas, porque saben que se enfrentarían a un gran problema migratorio.
 

Aunque el problema migratorio se ha acentuado en los últimos meses por las guerras, las dictaduras y los conflictos religiosos, analistas creen que el problema es más de fondo y se debe en gran parte a las profundas diferencias económicas entre las naciones europeas, las africanas y algunos países árabes, porque muchas de estas personas sumidas en la extrema pobreza, saben que pisando cualquier país de la UE, podrán pedir refugio, lo que les cambiaría en parte su nivel de vida y el de su familia, porque tienen fe y confían que van a tener más posibilidades para trabajar y obtener protección social.