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No fue el resultado que Perú esperaba después de 36 años

16 de Junio de 2018 a las 22:42

Foto cortesia de AFP
Por Eduardo Harari
 
Saransk. - Perú no pudo celebrar con una victoria su regreso a un Mundial después de 36 años al caer 0-1 contra Dinamarca en un encuentro en el que fue mejor y solo hubo una estadística en su contra, pero la más importante: la del marcador. 
 
Todo estaba listo para la fiesta, con la grada llena de hinchas peruanos que se dejaron los pulmones alentando a sus jugadores y los mismos futbolistas dispuestos a dejar el alma en el campo. 
 
Ni así se pudo sacar un resultado favorable en un partido que se presentaba crucial para las aspiraciones de Perú en Rusia 2018.
 
El partido, no apto para cardíacos, comenzó con un claro dominio del combinado de Ricardo Gareca.
 
Foto cortesia de Associated Press
 
El momento clave llegó justo al final del primer tiempo, cuando el árbitro Bakary Gassama revisó una acción de Poulsen sobre Cueva en el área y pitó penalti. Sin embargo, el jugador falló el tiro y mandó el balón a las nubes.
 
Foto cortesia de El Comercio Peru
 
Esto, junto al gol de Poulsen para Dinamarca en el minuto 58, dejó a una selección rojiblanca más desanimada pero que nunca tiró la toalla. 
 
En un segundo tiempo de infarto, Perú llegó a la portería de Schmeichel en multitud de ocasiones tras grandes jugadas de Carrillo, Cueva o Guerrero... pero el balón no quiso entrar. 
 
El Veredicto Final 
 
Es sabido que el fútbol no sabe de justicias y eso fue lo que pasó esta tarde con Perú, de lejos el equipo que buscó ser protagonista sobre la cancha del estadio Mordovia Arena en Saransk. 
 
Lo que preocupa es que este era el partido que Perú no podía perder y lo hizo por una jugada aislada que encontró mal parada a la defensa. 
 
De poco servirán los elogios por las grandes actuaciones de André Carrillo o el mismo Christian Cueva, quien tuvo el infortunio de fallar el penalti que le hubiera dado sentido a una primera parte en la que Perú mereció más. 
 
Foto cortesia de Infobae
 
Siempre quedará la duda sobre la extraña decisión de Ricardo Gareca de dejar en el banquillo a Paolo Guerrero, quien generó mucho peligro desde su entrada al campo en el segundo tiempo. 
 
No se puede decir que el Mundial acabó para Perú, en especial por la forma valiente en la que jugó, generando ocasiones y moviendo muy bien el balón. Pero ahora está obligada a sacar un resultado favorable contra Francia en su próximo partido, o de lo contrario podría llegar a la última fecha ya eliminada. 
 
Y este sería un desenlace muy cruel para una hinchada que se siente de local en Rusia.

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