JOSE “PEPE” MUJICA La decadencia de un revolucionario
07 de Mayo de 2019 a las 08:47ANABELLE CHACON CASTRO
José Mujica es un personaje que ha trascendido las fronteras de su país y se ha convertido en un referente de la izquierda. Un guerrillero tupamaro que estuvo quince años preso, la primera vez por dos años pero logró escapar, pero la segunda fue durante trece años (1972 – 1985). Luego ingreso a la política formal en 1995 cuando fue electo como diputado, el más votado; y, luego presidente entre el 2010 al 2015.
De origen humilde, un campesino que cultivaba su chacra, su estilo de vida austero llamo la atención pues siempre se presentaba como un tipo sencillo que maneja el mismo Volswagen de 1987. Aunque participo en acciones militares en su época de guerrillero, y por eso fue juzgado y condenado, su personalidad resulta afable y conciliadora.
Hoy a sus 83 años, su apariencia es de un anciano bonachón, del que resulta impensable que haya sido capaz de haber tomado las armas y luchado en acciones bélicas en contra de gobiernos títeres designados por los militares, en una época muy difícil para Uruguay.
Mujica siempre ha luchado por su pueblo y ha mantenido una ideología de izquierda. Es de los pocos ideólogos que se ha sido coherente con su estilo de vida. Por acciones como estas es que fue electo presidente en segunda vuelta en la que venció a la aristócrata Lacalle que se mofaba de su estilo de vida y que, contrariamente a lo que esperaba humillarlo, resulto que el pueblo se identificó con Mujica y le gano, incluso al término de su mandato lo hizo con una aprobación del 66%.
Cuando asumió la presidencia, una de las primeras cosas que hizo fue donar su sueldo de unos 10 mil usd y quedarse solamente para si con 1,500 usd; lo demás lo dona a una fundación que concede préstamos a cooperativas y a otra que construye vivienda para los más pobres. Según Mujica, al ser preguntado si le alcanza ha dicho “Me tiene que alcanzar, hay uruguayos que viven con menos”. Durante su mandato se lo vio usar los servicios públicos, como el de salud, al que acudía y esperaba pacientemente su turno, bajo la creencia de que si el bueno para el pueblo también es bueno para él.
Durante su gobierno, Uruguay estuvo a la vanguardia al ser el primer país en Latinoamérica en legalizar el consumo de la marihuana y aprobar el matrimonio igualitario. En lo regional, Mujica apoyo el Foro de Sao Paulo y siempre se lo identificado como uno de sus líderes. Su figura ha sido retratada internacionalmente como cercano a Chávez, Lula, Bachelet, Morales, Kirchner, Correa y Ortega.
Ahora, se ha negado a opinar sobre la situación de Venezuela y, en la semana anterior, hizo un comentario que realmente decepciono a muchos. Al ser preguntado sobre que opina que Maduro saque a la calle tanquetas para que arremetan contra los protestantes y que causaron dos muertes, Mujica contesto: "Que no hay que ponerse delante de las tanquetas. Es una barbaridad. Si usted sale a la calle, se expone". Resulto completamente inaudito escuchar esta respuesta de un guerrillero que luchó con armas contra las injusticias en su país, que justifique las acciones de un dictador que está masacrando a su pueblo y que ha causado un éxodo de 4 millones de sus ciudadanos y que sea la culpa de quienes se atraviesan y no de los que, cobardemente los atacan. Con sus palabras Mujica abaliza al gobierno de Maduro. Claro que al día siguiente trato de aclarar diciendo que él lo que quería era educar a la gente porque puede ser que un loco este conduciendo la tanqueta y que "Lo que están haciendo en Venezuela es una salvajada. ¿Cómo voy a justificar esa salvajada? Hasta robaron algunos tanques" ¿Quiénes? La oposición que trata de alguna forma de defenderse. Parece que, tratando de justificarse, se enreda peor.
Mujica no es el único que ha decepcionado ante la situación de Venezuela. Bachelet, ahora alta comisionada de las Naciones Unidas por los derechos humanos, tampoco dice nada y la mayor parte de los firmantes del Foro de Sao Paulo se mantienen al margen de la situación y proclaman el derecho a la auto determinación de los pueblos. Lenin Moreno, actualmente presidente del Ecuador, tiene una actitud tibia y aunque ha dado una que otra declaración y ha proclamado que se debe seguir la doctrina Roldós, es decir, que la violación de los derechos humanos está sobre cualquier otra situación, aun no se ha adherido al Grupo de Lima para sancionar a Venezuela.
Los líderes son tan humanos como cualquier otro y Mujica no es la excepción. En mi juventud idealizaba al Che Guevara hasta que, en la adultez, leyendo sus biografías, encontré una carta en la que le confesaba a su padre que había descubierto que le gustaba matar y vi reportajes fotográficos del Che matando a sangre fría a prisioneros, pensé entonces que los ídolos son de papel.
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