FATIMA Cuando ocurre lo imperdonable

ANABELLE CHACON CASTRO

No pasaba todavía una semana de que el Distrito Federal se recuperase de la trágica muerte de la joven de 25 años, Ingrid Escamilla, a manos de su pareja, que la capital mexicana fue nuevamente conmocionada con la muerte de la niña de 7 años Fátima Cecilia Aldrighett Antón.

La muerte de Ingrid resultó impactante porque no solamente fue golpeada, violada y asesinada, sino que fue descuartizada por su victimario.  En un país donde los feminicidios ocurren a razón de 10 por día y que han aumentado en un 137% en los últimos cinco años, según la BBC Mundo, estos ocurren cada vez con mayor crueldad.  En el 2019, se registraron 926 feminicidios, solamente en el DF.

Fátima salió de su escuela el martes 11 de febrero, en el sector de Xochimilco, su madre tardó 15 minutos en recogerla, pero cuando llegó le informaron que una mujer la había recogido, a pesar que ella había llamado a informar que estaba retrasada.  La madre, María Magdalena Antón, fue a reportar la desaparición de su hija, pero fue informada que tenían que pasar 72 horas para poder aceptar la denuncia.

El sábado 15 el cuerpo fue encontrado, por unos vecinos, tirado dentro de una bolsa en un terreno baldío, cerca de la escuela donde Fátima estudiaba.  Para esto, durante la semana se difundió imágenes, obtenidas de cámaras de seguridad, de la mujer que retiró a la niña de la mano de ella, caminado por unos callejones.   También circuló un retrato hablado de dicha mujer, se identificó un auto blanco comprometido con el hecho y se ofreció una recompensa de dos millones de pesos (casi 100 mil usd) por la información sobre la mujer.  El cuerpo presentaba signos de tortura y violación, cortes en sus partes íntimas y la falta de órganos.

Por su parte, la posición del gobierno de López Obrador es de una total falta de empatía con las víctimas y afirma que los femicidios se deben a las políticas neoliberales que producen un egoísmo y “la acumulación de riqueza en unas cuantas manos”, añade, “Sostengo que se cayó en una decadencia, fue un proceso de degradación progresivo, que tuvo que ver con el modelo neoliberal”.  No acepta que hubo una serie de negligencia en todo el sistema. Por ejemplo, ¿si la madre llamo a informar de su retraso, ¿por qué se le entrega la niña a otra persona? ¿por qué, tratándose de una menor, la policía no recepta la denuncia?

Por otro lado, hay un informe del 2017 de violencia doméstica en el hogar de Fátima, contra la madre y su hija; sin embargo, la oficina de bienestar social no actúa y deja a la menor en un ambiente de inseguridad.

Un senador de MORENA, el partido de AMLO, acusó a la falta de responsabilidad de los padres por no estar a tiempo para retirar a la niña y por el ambiente en que vivía la niña.  Cabe indicar que el sector de Xochimilco es un sector pobre y se vive en un ambiente de constante zozobra por la inseguridad del barrio.

Gladis Giovana Cruz Hernández y Mario Alberto Reyes Nájera han sido arrestados como principales sospechosos de la muerte de Fátima.  Cruz es la mujer que se ve en los videos y se presume que tiene una relación sentimental con Reyes y son “conocidos” de la familia.  Los sospechosos enfrentarían, de ser encontrados culpables con todos los agravantes, una pena entre 80 y 140 años.

El caso de Fátima solamente es uno más de la constante violencia contra la mujer, aunque todavía hay leguyeros que se niegan a aceptar al feminicidio como una forma diferente de asesinato y dicen que esta figura legal no es necesaria porque cae dentro de los asesinatos comunes, como cualquier acto de odio.   La verdad es que las estadísticas no mienten y a las mujeres se nos asesina por el solo hecho de serlo, por la supremacía física que tiene un hombre sobre una mujer que la ubica en una situación completamente vulnerable.  Además, que los feminicidios siempre tienen un componente sexual que lo identifica claramente como un agravante.

El tema se vuelve recurrente en el mundo, más aún cuando los mandatarios como AMLO no muestran un reconocimiento del problema y, más bien, trata de usarlo como una plataforma política para culpar al neoliberalismo y plantear a la izquierda con una superioridad moral que, por supuesto, no la tiene.

Fátima es un nombre de origen musulmán que significa única.  Desgraciadamente, el caso de la niña mexicana no es único y lo que hace es visibilizar los peligros a los que estamos expuestas las mujeres por el solo hecho de serlo.