Acuerdo con EE.UU., que evitó aranceles a productos mexicanos, no es definitivo

En 90 días Gobierno de Trump evaluará si México pudo detener el flujo de inmigrantes

Aunque muchos empresarios respiraron tranquilos y el mercado se recuperó, luego del anuncio del acuerdo entre México y Estados Unidos, ahora se sabe que el Gobierno de Trump lo que le dio fue un  plazo al Gobierno de López Obrador para que implemente un plan para detener el paso de inmigrantes centroamericanos por la frontera, o de lo contrario le aplicara los aranceles a los productos mexicanos. Por ahora 6 mil efectivos de la Guardia Mexicana, ya fueron destinados a proteger la frontera sur de México. 

MEXICO.- El Gobierno de Estados Unidos le exigió al Gobierno Mexicano detener el flujo de inmigrantes centroamericano que buscan llegan a territorio estadounidense, o de lo contrario le aplicaría sanciones económicas, que se iniciarían con un 5 por ciento en aranceles a los productos que importan, que podrían llegar hasta el 25 por ciento. La amenaza surgió efecto y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció la suspensión, según sus palabras porque el Gobierno de Manuel López Obrador se comprometió a "reducir considerablemente o eliminar" el ingreso de inmigrantes centroamericanos.

Aunque el acuerdo ahora se sabe no es definitivo como muchos pensaron, Trump señaló que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha aceptado colaborar para "detener la ola de migración a través de México y hacia nuestra frontera sur", y ya se inició un plan para lograrlo, porque en menos de tres meses se realizará una evaluación de lo acordado.

De acuerdo al informe de El País, el jefe de la diplomacia mexicana, Marcelo Ebrard, ahondó  en los detalles del documento suscrito con el Gobierno de Trump, un texto repleto de buenas intenciones, pero que conlleva más compromisos de los descritos, a tenor de las explicaciones que ha dado el canciller. Además de confirmar que se desplegarán 6.000 efectivos de la Guardia Nacional, Ebrard explicó que se agilizará el proceso de registro de migrantes en México.

El canciller mexicano detalló que si las medidas adoptadas no surten efecto, en 90 días volverán a sentarse a hablar para ver qué otras adicionales se deben acometer. Por ello, Ebrard explicó que dentro de 45 días, mes y medio, se tendrá que evaluar por primera vez si las medidas han tenido éxito, lo que se antoja una carrera contra el reloj para México.

El tiempo apremia para el Gobierno de López Obrador, porque la solución no depende solo de México. La cancillería mexicana se dispone a entablar conversaciones con los Ejecutivos de Guatemala, El Salvador y Honduras, así como con organizaciones de migrantes en estos países centroamericanos y también en México, para que entre todos puedan frenar el flujo de migrantes. Conseguirlo en tan poco tiempo, cuando nunca antes se ha logrado, es lo que para muchos resulta una quimera.

El propio Ebrard, durante su explicación del acuerdo, admitió que la negociación de la semana pasada ha sido el momento más crítico para el Gobierno de López Obrador en su primer medio año. “La negociación fue muy difícil, de muchas horas y muy tensa; en esencia lo que ocurrió es que la relación comercial y la económica se subordinó al tema migratorio. Eso no había ocurrido”, argumentó Ebrard.

Sobre el arancel del 5% que Estados Unidos quería imponer a los productos mexicanos, Ebrard aseguró: “Se ha alejado el peligro”. El canciller admitió que la medida podía haber puesto en peligro el tratado de libre comercio adoptado con Estados Unidos y Canadá, pendiente de aprobación en los Congresos de los distintos países. Además, Ebrard detalló que, según los cálculos del Gobierno de México, el IVA se podría incrementar de golpe en un 10%, se perderían 1,2 millones de empleos y el Productor Interno Bruto (PIB) caería al menos un punto. El propio López Obrador, en el acto en defensa de la soberanía que había convocado el sábado en Tijuana, admitió que de no haberse firmado un acuerdo, la sombra de una crisis económica se hubiese instalado sobre México.