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Consorcio Internacional de Deporte Femenino; una voz ante deportistas trans

10 de Marzo de 2023 a las 06:30

Consorcio Internacional de Deporte Femenino; una voz ante deportistas trans

Foto cortesia de EFE, Foto cedida por GMADRID SPORTS

 

Articulo cortesia de EFE

 

Madrid. - El Consorcio Internacional del Deporte Femenino (ICFS) cumplirá este jueves sus dos primeros meses de vida, después de presentarse el pasado 9 de enero como el principal grupo internacional para defender la preservación de las categorías deportivas femeninas en todo el mundo.

 

Frente a la apertura de organismos internacionales como el COI a la participación de deportistas trans en competiciones femeninas, el consorcio expresa su “convicción de que los órganos rectores del deporte deben cumplir con los principios fundamentales de seguridad, privacidad y equidad, junto con los tratados internacionales que prohíben la discriminación basada en el sexo contra las mujeres”.

 

Garantizar la equidad y la seguridad de las mujeres deportistas

 

El ICFS se presentó como “un colectivo apolítico, formado por mujeres defensoras del deporte que sostienen que se debe garantizar la equidad y la seguridad de las mujeres deportistas, lo cual se obtiene únicamente mediante una categoría dedicada exclusivamente para ellas: competidoras que son biológicamente mujeres”.

 

Entre sus primeras iniciativas se incluyen las cartas remitidas a la Liga Mundial y la Asociación Internacional de Surf, así como a World Athletics -federación internacional de atletismo- con un llamamiento para restaurar la equidad para las mujeres en el atletismo, ya que el organismo “permite que los atletas masculinos DSD -diferencias de desarrollo sexual- y transgénero compitan en eventos femeninos si suprimen su testosterona”.

 

“Esto no restaura la equidad para las mujeres en el atletismo. Toda la evidencia científica muestra que la supresión de testosterona en adultos no puede revertir las diferencias masculinas significativas en morfología y rendimiento deportivo. Los efectos de los andrógenos en el cuerpo son permanentes”, añade la carta.

 

En ella, la “ICFS hace un llamamiento a las federaciones nacionales que rigen el atletismo para que rechacen la política propuesta para atletas transgénero y exijan que World Athletics reconsidere y consulte con ICFS, para garantizar la precisión científica e incluir la voz de las mujeres en este asunto”.

 

Las fundadoras del Consorcio provienen de grupos de defensa del deporte en Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Canadá, Australia, Nueva Zelanda, Italia, México, América Central y España.

 

Compiten los cuerpos, no los sentimientos

 

La representación española recae en la Alianza Contra el Borrado de las Mujeres, que defiende que “en el deporte compiten los cuerpos, no los sentimientos” y que “priorizar en las competiciones deportivas el ‘género sentido’ sobre el factor ‘sexo’, que marca la ventaja competitiva entre hombres y mujeres, pone en grave riesgo los logros deportivos de las mujeres”.

 

La creación de ICFS sucede a acontecimientos que en los últimos años han marcado fechas que quedarán para la historia del deporte, como el 2 de agosto de 2021, cuando la haltera neozelandesa Laurel Hubbard se convirtió en la primera deportista trans que participó en unos Juegos Olímpicos. Su resultado quedó lejos de lo previsible, ya que después de tres intentos de arranque fallidos fue descalificada.

 

Hubbard fue olímpica después de que el COI cambiara su reglamento para permitir que atletas transgénero pudieran competir como mujeres si sus niveles de testosterona, la hormona que influye en el aumento de la masa muscular, están por debajo de un umbral.

 

A su caso se sumaron otros, como el de la nadadora estadounidense Lia Thomas, a la que el gobernador de Florida retiró la medalla de oro que había ganado en una prueba femenina de un campeonato universitario después de haber competido como hombre en su país, donde un juzgado de Connecticut falló el pasado diciembre a favor de que atletas transgénero participen en competiciones femeninas, porque no hacerlo supone una discriminación.

 

“Las personas trans no somos más que personas. Transfobia empieza con una simple mirada”

 

En España, en julio de 2022, Valentina Berr decidió dejar el fútbol tras cuatro años compitiendo como futbolista transexual, la segunda que lo hizo como federada en España tras Alba Palacios, a causa del sufrimiento que le provocó el tratamiento de su caso por parte de las instituciones, las redes sociales y los medios de comunicación.

 

Su situación contrasta con la de Sandra Jiménez de Castro, jugadora del equipo de balonmano del club multideportivo LGTBI GMadrid Sports, la primera trans federada de este deporte en España, que pide que no se la prohíba jugar en la categoría que le pertenece y que asegura que “la transfobia empieza con una simple mirada, el trato diferente, las diferentes expectativas”

 

“Antes de ir al primer entrenamiento estaba aterrada, temía ser rechazada, que no se sintieran cómodas compartiendo conmigo ciertos espacios, que me tratasen diferente. Pero ‘Ellas’ me han hecho sentirme segura entre sus filas, sentirme acogida y apoyada. Me han aportado esperanza, seguridad en mí misma, cariño y amistad. Siento que soy muy afortunada, que soy una más”, aseguró.

 

En declaraciones difundidas este miércoles por el GMadrid Sports, club que trabaja por los derechos del colectivo LGTBI desde el ámbito deportivo y social, Sandra Jiménez aplaude la reciente aprobación de la Ley Trans y lanza un deseo y un mensaje para el colectivo.

 

“Espero que la gente se dé cuenta de que las personas trans no somos más que eso, personas. Merece la pena arriesgarse. Está en nuestras manos alcanzar el día en que nuestra participación en el deporte no sea noticia. Y que ellas pueden ser el ejemplo que permita a otra chica ver que es posible jugar al deporte que quiera”, señaló.

 

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