Crisis política en Brasil está a punto de tumbar a la Presidenta Dilma Rousseff

Crisis política en Brasil está a punto de tumbar a la Presidenta Dilma Rousseff.

La mandataria enfrenta un proceso de juicio político que podría culminar con su destitución, el gran problema es que el vicepresidente, Michel Temer, también es acusado de ser responsable de lo que está pasando en el país que está a puerta de realizar los Juegos Olímpicos.
 

BRASIL. Difícilmente la Presidenta de Brasil Dilma Rousseff se podrá sostener en el cargo en las próximas semanas, luego de una crisis desatada que está generando serios problemas de gobernabilidad en este país suramericano donde se alista el juicio de la mandataria que podría generar su destitución. La Presidenta dijo que está dispuesta a defenderse, que derrotará el “golpe” de estado e insiste en que no renunciará.
 

El fin de semana, la Cámara baja de Brasil aprobó iniciar el proceso para un juicio político contra la presidenta. Rousseff está acusada de ocultar un déficit presupuestario para ganar la reelección en 2014. El proceso pasa ahora al Senado. Si se aprueba la admisibilidad en la Cámara alta, Rousseff no podrá ejercer su cargo durante 180 días para defenderse contra las acusaciones, ella sería reemplazada por el vicepresidente Michel Temer, cuyo partido, el Partido del Movimiento Democrático Brasileño, o PMDB, también ha sido implicado en una trama de corrupción.
 

Por ahora se supo que la tercera candidata más votada en las dos últimas elecciones de Brasil, Marina Silva, anuncio que respalda la decisión de la Cámara Baja de darle vía libre al juicio político contra la mandataria, Dilma Rousseff, pero alertó que su vicepresidente, Michel Temer, también es responsable por la crisis. Según la exsenadora y exministra de Medio Ambiente, “está claro para la sociedad que el partido del vicepresidente es tan responsable por la crisis política, ética y económica cuanto el partido de Rousseff”, afirmó en un comunicado la líder ecologista y principal dirigente del partido Red Sustentabilidad.
 

El oficialista Partido de los Trabajadores (PT), que era un aliado del Gobierno también impulsa abiertamente el proceso contra Rousseff y planea su sucesión. Al PMDB también pertenecen los presidentes de la Cámara Baja, Eduardo Cunha, y del Senado, Renán Calheiros, que son segundo y tercero respectivamente en la línea de sucesión presidencial, pero ambos, enfrentan varios procesos por corrupción y están implicados en el gigantesco escándalo por los desvíos de recursos de la estatal Petrobras. De acuerdo con Silva, “la sociedad también tiene claro que Cunha no puede continuar en la presidencia de la Cámara baja ni Calheiros en la del Senado, porque ambos están profundamente involucrados en los hechos (de corrupción) que vienen siendo revelados”.
 

Mientras avanza el proceso político contra la Presidencia ahora el problema se pasa a los Juegos Olímpicos, porque muchos creen que la crisis afectara el gran evento deportivo, pero pocos creen que se cancelen o pospongan. Según los organizadores del Comité Olímpico Internacional, los Juegos no deben verse perjudicados. El COI dijo que está siguiendo de cerca la situación política –y la posibilidad de destitución de Rousseff-, pero hizo hincapié en que los efectos de tal controversia probablemente serían mínimos. "Este tipo de cuestiones políticas tienen una influencia mucho menor que en otras etapas de la organización de los Juegos Olímpicos", dijo el COI.
 

A pesar de los problemas políticos del país, los organizadores y funcionarios de turismo en Río todavía creen que los Juegos serán un éxito. Los funcionarios están apostando a la bajada del real, la moneda brasileña, para atraer a los visitantes extranjeros. El secretario de Turismo de Río de Janeiro, Antonio Pedro Viegas, dijo que la ciudad espera más de un millón de turistas durante los Juegos.