El racismo contra los musulmanes, asiáticos o cualquier raza debe ser erradicado de Canadá

Así como la comunidad indígena, negra, e incluso los latinos y los judíos,  han sufrido y siguen sufriendo por los ataques de odio, los asiáticos y la comunidad musulmana, sigue siendo señalada, acusada, atacada, e incluso asesinada, por su religión, cultura y hasta por su filosofía de vida, degradación social que no se debe permitir en ninguna parte del mundo, pero mucho menos en Canadá, un país multicultural, que ante el mundo representa el respeto por las demás culturas y se declara un defensor acérrimo de los derechos humanos. ¿Qué nos está pasando? porque guardar silencio ante los crueles ataques, también es un acto de racismo.  

EDITORIAL. -  Lo que sucedió en London fue horrible y lamentablemente una tragedia generada por el racismo que crece en muchas partes del mundo, sin excluir a Canadá, porque no se trata de incidentes aislados, son ataques sistemáticos, algunos organizados y otros casos respaldados soterradamente por la sociedad que en muchas partes prefiere guardar silencio y mirar para otro lado, que enfrentar a los atacantes.

Los crímenes de odio se deben erradicar, denunciar, y enfrentar, por todos. Los gobiernos deben buscar y encausar a los culpables, sancionarlos de manera que actos el de London no se repitan, porque hoy pueden ser los musulmanes, pero mañana el afectado podría ser cualquiera inmigrante que se considere diferente por alguna razón.

Miles de personas se reunieron en la ciudad canadiense de London, Ontario, en una vigilia en homenaje a los cuatro miembros de una familia musulmana asesinados por un conductor, en un acto calificado por el primer ministro Justin Trudeau de "ataque terrorista", he hicieron un llamado a actuar contra el "odio" y la "islamofobia", pero ataques racistas como estos también se están registrando contra los asiáticos en Vancouver, contra la comunidad judía, los negros e incluso contra los latinos, o los inmigrantes de cualquier parte, en un país considerado el mayor multicultural del mundo.

"No están solos, todos los canadienses están de luto con ustedes y les respaldan esta noche", dijo Trudeau, quien dejó flores a la entrada de la mezquita, muy bien por eso, pero se requiere mucha más que lamentaciones por parte del Gobierno para evitar que casos como el de London se repitan, porque como dijo el mismo Primer Ministro "esta matanza no fue un accidente”.

Los medios registraron la noticia del ataque de odio contra una familia musulmana que se registró en London, cuando un hombre atropelló a una familia, dejando sin vida a tres generaciones de una familia: una abuela de 74 años, una pareja de 46 y 44 años y su hija de 15. En el horrendo crimen también dejó herido a un niño de nueve años de la misma familia, pero esto no puede quedar como una noticia más, el Gobierno debe buscar la manera de evitar que los crímenes de odio sigan reapareciendo y dejando victimas en las calles.  

El drama reavivó el doloroso recuerdo de un tiroteo masivo en una mezquita de Quebec en 2017 y una embestida con un auto en Toronto que mató a 10 personas en 2018, entre otros actos criminales que la gente termina por olvidar, y que son generados por ese racismo soterrado que le hace daño a Canadá.

La masacre de la familia en London en un país que le da la bienvenida a millones de inmigrantes, que han trasformado la nación, nos recuerda que aun hay muchos racistas sueltos por ahí, que pueden atacar en cualquier parte. También como la desinformación y el miedo a lo diferente, a los que se suma el odio generado en redes sociales, pueden polarizar tanto a la gente, que terminan matando en esta sin razón. La familia  Afzal, originarios de Pakistán, eran modelos de inmigrantes, el padre era fisioterapeuta, la madre preparaba el doctorado en Ingeniería Civil. Los dos hijos sacaban calificaciones de sobresaliente. “Gente excelente”, afirmaron los vecinos.