Filipinas en medio de sus muertos, clama por la solidaridad mundial

Aumentan cifras de víctimas tras poderoso tifón que arrasó Filipinas. Después del paso del tifón, el Gobierno filipino dijo que hasta el momento han podido rescatar 1.744 muertos, pero en las calles hay aun decenas de miles cadáveres que por su descomposición están generando un gran problema sanitario.

MANILA.- La cifra de muertos, heridos y damnificados sigue en aumento en Filipinas, tras el paso del poderoso tifón Haiyan, cifra que de acuerdo a los primeros reportes deja unos 10 mil muertos y alrededor de 2 mil personas desaparecidas. Los organismos de socorro intentan llegar a zonas aisladas que también quedaron destruidas por los fuertes vientos, donde se cree que hay más víctimas.

El desastre natural de enorme dimensiones, se requiere con urgencia en algunas zonas de este país alimentos, agua, medicinas y carpa para alojar a los miles de familias que quedaron sin hogar.

El tifón se llevó los techos de las casas, reventó las ventanas, daño infraestructura como puentes y vías, dejo graves inundaciones y tumbo árboles, con sus ráfagas de viento de hasta 300 kilómetros, que arrancaron todo a su paso.

Ayudas de muchos países del mundo ya están llegando a la isla, pero por ahora el Gobierno está preocupado porque los cadáveres, que permanecen en las calles y pueden desatar una epidemia, ya que se encuentran por todas partes.

El mayor drama lo viven miles de niños que se ven en las calles buscando a sus padres desaparecidos, así como familias enteras de las cuales no se sabe nada.

Ante la cantidad de cadáveres en calles y vías, la gente los amontonaba en algunas zonas a la espera de la llegada de los organismos de socorro, pero ante la descomposición y los riesgos sanitarios, ya se han realizado entierros masivos en fosas comunes.

Las agencias de ayuda internacionales dijeron que Filipinas necesita de la ayuda del mundo, porque los recursos de asistencia que tenían se fueron tras el terremoto que hace un mes, que también azotó la isla.

Ante la situación el presidente de Filipinas, Benigno Aquino, declaró el estado de calamidad en todo el país a raíz de la devastación causada por el tifón, que azotó el archipiélago filipino el pasado viernes.

Ante la situación calamitosa en zonas por donde paso el tifón, el Gobierno desplegó cientos de soldados en la ciudad costera de Tacloban, en parte para socorrer a los heridos, pero también para evitar los saqueos que se está presentando en medio de la tragedia.

Haiyan, uno de los tifones más fuertes del que haya registro, arrasó y dejó bajo agua a Basey, en la provincia costera de Samar, a unos 10 kilómetros de Tacloban, en la provincia de Leyte.

Las Naciones Unidas han hecho un llamado a todos los gobiernos del mundo para que ayuden a los filipinos en estos momentos de tragedia.

A parte de los victimas el tifón también dejo cuantiosos daños materiales en la isla, se estimó que por donde paso destruyó cerca del 70 al 80 por ciento de las estructuras, incluidos puentes y vías, por lo que se ha dificultado la llegada de ayuda a algunas zonas del desastre. Además gran parte de las cosechas de cocos y arroz, desaparecieron, dejando perdidas millonarias.