Gracias a los bomberos canadienses voraz incendio se extingue sin dejar víctimas fatales
10 de Mayo de 2016 a las 13:57
Las imágenes dantescas de los medios de comunicación del voraz incendio que se extendió por un intenso bosque en Alberta, no solo dejó ver la magnitud de la tragedia, sino también la gran labor que realizaron los bomberos, la policía y todos los organismos de socorro del país, que lograron evacuar a casi 80 mil personas rápidamente para que no se presentaran víctimas fatales. Pese a las críticas por la lentitud para controlar el fuego, los bomberos demostraron que su prioridad en estos casos es salvar vidas y lo lograron, al sacar de la zona de peligro muchas familias que pudieron quedar atrapadas por las llamas. Gracias a todos ellos.
EDITORIAL.- Ver las imágenes de los medios de comunicación, los videos que se han subido al internet del incendio en Alberta y lo que dejó el paso del fuego, nos demuestra una vez más el profesionalismo de los organismos de socorro de Canadá, de la policía y de los bomberos, que respondieron muy bien ante la magnitud de emergencia, logrando evacuar repisamente a miles de personas de la zona de peligro, como debe ser la prioridad en estos casos, aunque lamentablemente murieron muchos animales, y el daño ecológico es de gran magnitud porque se quemó un gigantesco bosque que seguramente tardará años en recuperarse.
Por ahora el Gobierno de Alberta y el Federal que reconoce la gran labor de los organismos de socorro, solo intentan evaluar los daños que deja hasta el momento el incendio forestal más destructivo en la historia reciente del país, que aún no se ha extinguido en su totalidad. El Primer Ministro de Canadá Justin Trudeau dio inicialmente gracias a los países que ofrecieron ayudas para apagar el incendio forestal, que no fueron necesarias, entre ellos Estados Unidos, Inglaterra, México, pero destacó principalmente el trabajo de los bomberos y organismos canadienses que participaron en la emergencia, porque lograron solos controlar el incendio, salvando cerca de 88.000 personas que fueron evacuadas a tiempo. También resaltó el apoyo de todas las provincias de Canadá para hacer frente a la emergencia.
El incendio que comenzó hace más de una semana, cerca de la ciudad de Fort McMurray, en el noreste de Alberta y que se propagó tan velozmente dejó miles de damnificados, que encontraron refugio, alimentos y una buena atención, al abandonar por la fuerza sus hogares. Por ahora se sabe que unas partes del centro urbano de la pequeña población quedaron destruidas, pero no murió un solo habitante, según el comunicado del gobierno regional de Alberta, que también dio gracias al trabajo de policías, bomberos y personal de los organismos de socorro que orientaban a las personas para que abandonaran las zonas de alto riesgo, y lograron proteger muchas zonas residenciales que se salvaron del fuego.
Lo que paso en Alberta pese a algunas críticas por no apagar el incendio a tiempo para que no se extendiera con tanta velocidad, habla muy bien del país en el que vivimos, porque el balance hasta hora es que no se presentaron víctimas fatales o heridos de gravedad, a pesar del que el fuego consumió hasta ahora casi 200 mil hectáreas de bosque, más de dos mil viviendas, destruyo edificaciones públicas y privadas, fincas, parques y afectó a varias poblaciones, incluidos algunos territorios de indígenas que están retirados de las zonas urbanas, pero que también fueron evacuados a tiempo.
Mientras los canadienses agradecen a los bomberos y sus organismos de socorro, ellos dan gracias al cambio de clima, porque las lluvias que cayeron en la zona les ayudaron a mitigar las llamas que se extendían sin control por todo el bosque y amenazaban con llegar a otras poblaciones cercanas a Fort McMurray.
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