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Latinoamérica es la región más endeudada del mundo

15 de Diciembre de 2021 a las 03:59

Latinoamérica es la región más endeudada del mundoCon la pandemia, gran parte de los países quedaron en manos de Wall Street

Durante 2020, por la necesidad de estimular las economías por la crisis generada por la pandemia, además de la necesidad de recursos para enfrentar el virus, la deuda alcanzó niveles sin precedentes y ahora llegó el momento de pagar.

MADRID. - Latinoamérica es la región emergente más endeudada del mundo. De acuerdo con datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), la deuda bruta de los gobiernos promedia el 77,7% del producto interno bruto (PIB) regional, y el servicio total de la deuda, es decir, los intereses de la misma, representa el 59% de las exportaciones de bienes y servicios.

Mucha de esta deuda es de mercado: se hizo a través de la colocación de bonos en el mercado internacional, con los grandes bancos y fondos de inversión en Wall Street como sus principales compradores.

A pesar de las extraordinarias circunstancias de la pandemia y, a diferencia del financiamiento, que se puede hacer con multilaterales o directamente de otros gobiernos, la deuda de mercado es un negocio. Tiene como única función la generación de réditos de los compradores y las tasas de interés que el deudor pagará están sujetas a una calificación a cargo de agencias crediticias independientes.

De acuerdo al presidente de Costa Rica, Carlos Alvarado, sobre las deudas de la región,  “las calificadoras de riesgo no nos han tratado, nos han maltratado, aunque hagamos las cosas responsablemente”, dijo en el evento organizado por la CEPAL junto con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), el Banco del Desarrollo de América Latina (CAF) y la Comisión Europea el 2 de diciembre, en donde compartió el escenario con sus contrapartes de Colombia y Ecuador. “Nuestros márgenes fiscales en estos tiempos de pandemia se ven cada vez más estrechos. En la pandemia tuvimos menos crecimiento, más erogaciones, y por lo tanto, más presión. No tuvimos respiro de las calificadoras y celebro siempre la valentía que [el presidente de Colombia] Iván [Duque] ha tenido de decirlo claramente”, apuntó Alvarado.

El sentir del presidente centroamericano hace eco en toda la región. Durante 2020, por la necesidad de estimular las economías, la deuda alcanzó niveles sin precedentes y llegó el momento de pagar. La Reserva Federal en los Estados Unidos, su equivalente al banco central, ha enviado señales de que comenzará a subir sus tasas de interés en 2022 para contener la inflación y regresar de manera gradual a una política monetaria más ortodoxa. Esto es lo que tiene a los presidentes en América Latina tan preocupados. Una subida de la Fed, como se le conoce, pudiera subir las tasas de interés de su deuda y pudiera también detonar una salida de capitales extranjeros de sus países, lo cual afectaría su tipo de cambio y, por lo tanto, el pago de su deuda en dólares u otra moneda extranjera.

Además, se vendrá una desaceleración de sus economías. Fitch Ratings espera que la mayoría de los países en Latinoamérica se desaceleren en 2022 luego de su reapertura económica y recuperación en 2021 del shock covid-19 de 2020. Asimismo, se espera que las condiciones externas sean menos favorables, ya que EE UU y China crecerán más lentamente. “El déficit fiscal sigue siendo bastante elevado, cercano al 5% del PIB en promedio, lo que refleja la necesidad de varios países de aplicar medidas fiscales estructurales para estabilizar la carga de la deuda cada vez mayor. El entorno social y político dificulta la consolidación fiscal rápida”, dijeron analistas de la agencia calificadora en un reporte.

Casi un tercio de las calificaciones soberanas de América Latina están en “perspectiva negativa” y ninguno tiene una “perspectiva positiva”, de acuerdo con Fitch. Panamá, Perú, Surinam y Colombia perdieron este año su grado de inversión, que garantiza mejores tasas de interés. La relación entre la deuda pública y los impuestos, un indicador aproximado de la capacidad financiera de los países para pagar la deuda pública, ha venido aumentando en los últimos años, de 223% en 2007 hasta 320% en 2019, dice Sebastián Nieto, jefe de la OCDE para la región. En 2020, la deuda global llegó a 226 billones de dólares, su aumento anual más grande desde la Segunda Guerra Mundial. La diferencia está en que después de la Guerra la mayoría de esta deuda era de Gobierno a Gobierno, y no de bancos privados a Gobiernos.

 

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