Lo mejor del cine (Jose Ridoutt Polar)

JOAN BAEZ I AM A NOISE

País:                Estados Unidos

Director:          Miri Navasky, Maeve O’Boyle, Karen O’Connor

Genero:           Documental

Al final de una carrera de 60 años, la cantante y activista legendaria Joan Baez reflexiona en este apasionante documental sobre sus luchas personales, el activismo político que comenzó junto a Martin Luther King Jr. y su papel en el lanzamiento del joven Bob Dylan.

El ícono de la música folk Joan Baez, que ahora tiene 82 años, alcanzó la mayoría de edad justo cuando los conciertos en vivo de los músicos a menudo se grababan y, por lo tanto, se preservaban para el disco. Un relato cercano, íntimo y mayoritariamente franco de una carrera que se desarrolló a lo largo de más de 60 años de expresión musical y política mientras innumerables tendencias iban y venían, este elaborado documental navega hábilmente a través de los aspectos profesionales y personales de una vida muy plena.

Como ella señala, ha estado de gira durante la mayor parte de su vida y, aunque parece y actúa considerablemente más joven, sus habilidades vocales se debilitaron gradualmente hasta el punto en que, después de una gira final en 2018, decidió que ya era suficiente. Hija de un brillante científico de Stanford que coinventó el microscopio de rayos X, la joven Joan padecía ansiedad y un complejo de inferioridad que, sin embargo, no le impidió hacerse famosa cuando aún era una adolescente. Después de sus primeros conciertos en 1958 en el Club 47 de Boston, Báez fue invitada a actuar en el Festival de Jazz de Newport el verano siguiente, lo que instantáneamente la colocó firmemente en el mapa musical. Su primer álbum fue un éxito y la convocaron al Carnegie Hall antes de cumplir los 18 años. “Por alguna razón, era la voz adecuada en el momento adecuado”, admite. Fue un ascenso asombroso, sin duda, posiblemente demasiado para que lo pueda manejar alguien tan joven. Pero incluso a una edad temprana, la dedicación de Báez a los temas sociales era evidente, lo que la llevó a vincularse tempranamente con, y luego a separarse de manera traumatizante, del muy joven Bob Dylan, de quien hay considerables imágenes divertidas. Se involucró cada vez más en el movimiento de derechos civiles a medida que avanzaba durante la década de 1960; su apego a las causas sociales estaba integrado en su ADN, siempre constante y sentido. Incluso para aquellos que puedan sentir que han visto más que suficientes imágenes de la contracultura de la década de 1960, todavía hay mucho aquí que les resulta desconocido, además de una visión interna muy particular de la escena musical política de la época.

La película es gratificante por revelar una personalidad cultural. Cuando, hacia el final, ves a Báez por fin colgando cosas después de toda una vida de creatividad, innumerables elogios, participación con innumerables personas productivas y talentosas y exposición a experiencias mundanas como las que la mayoría de la gente nunca tendrá, tienes un fuerte sentido de cómo puede ser la vida de un artista famoso y talentoso.

ROSEMARY’S BABY 4K (Paramount)

Los Woodhouse (Mia Farrow y John Cassavetes), un matrimonio neoyorquino, se mudan a un edificio situado frente a Central Park, sobre el cual, según un amigo, pesa una maldición. Una vez instalados, se hacen amigos de Minnie y Roman Castevet, unos vecinos que los colman de atenciones. Ante la perspectiva de un buen futuro, los Woodhouse deciden tener un hijo; pero, cuando Rosemary se queda embarazada, lo único que recuerda es haber hecho el amor con una extraña criatura que le ha dejado el cuerpo lleno de marcas. Con el paso del tiempo, Rosemary empieza a sospechar que su embarazo no es normal.

Obra maestra de Roman Polanski donde el espectador se ve abocado a una pesadilla que le desborda y le encoge el ánimo como pocas veces ante una pantalla. El auténtico terror se hace presente con la máxima de sugerir siempre no mostrando jamás.

TRANSFORMERS RISE OF THE BEASTS (Paramount)

Transformers Rise of the Beasts dirigida por Steven Caple Jr. es seguramente la mejor entrega de toda la franquicia. No la más grande, ni la más espectacular, ni la más llena de acción y efectos visuales, aunque de todo ello tiene de sobra, pero sí la que mejor guión tiene, la que mejor entiende a sus personajes y a su mundo, y la que está realizada por alguien que destila amor por los Transformers, como es su director. Alguien que los conoce y entiende, y comprende lo que los fans quieren de esta película y este universo.

Estamos en los noventa, cuando un par de jóvenes de Nueva York cruzarán su camino con los Transformers, en concreto, o al menos al inicio, con los Autobots. Noah (Anthony Ramos) es un ex militar que no consigue trabajo, y Elena (Dominique Fishback) es una becaria a la que su jefa explota en el museo. Su camino les llevará a una aventura en la que intentarán evitar que la Tierra sea devorada por Unicron, mientras los Autobots pretenden regresar a casa tras un viaje que ha resultado demasiado largo.

Los Maximals se unirán a esa búsqueda mientras los Terrorcons trabajarán para conseguir que Unicron se haga con muchos más mundos… Un guión sencillo de seguir, la verdad, con algún giro curioso, pero sobre todo con un mínimo de viaje para los personajes. Noah y Mirage, por ejemplo con su relación, se convierten en el corazón de la historia.

Tanto Anthony Ramos como Dominique Fishback suponen un soplo de aire fresco en este tipo de franquicias. Son rostros no muy conocidos, pero con mucho talento, lo que permite que brillen dentro de la sencillez del guión. haciéndonos pasar un más que agradable rato mientras vemos la película.

Steven Caple Jr. es un artesano fiable y arquetípico, por lo que sabe emplear sus cartas dosificando los ingredientes de acción y aventuras y tiene varios homenajes pendientes en la cartera y los hace con convicción, desde algunos momentos al más puro estilo Michael Bay, a las películas de Spielberg como Jurassic Park o Indiana Jones. Y le imprime un gran ritmo al relato y funciona.