Polémica mundial porque el Papa prohíbe esparcir las cenizas de los muertos

Papa pide que se entierren a los muertos, o que las cenizas se guarden en lugares sagrados.

Para la Iglesia católica arrojar las cenizas de los difuntos, en el mar, en la tierra o donde la gente lo pide, o mantenerlas dentro de la casa, va contra los preceptos de la iglesia, por eso a partir del 25 de octubre del 2016 quedó prohibido para todos los católicos. El mismo Papa Francisco, armó la polémica y se declaró en contra de esta práctica común en todo el mundo, y solicitó a los feligreses guardar las cenizas de una cremación en lugares sagrados.
 

ROMA.- Desde el 25 de octubre del 2016, la Iglesia Católica, con el aval del papa Francisco, prohibió  esparcir las cenizas de los difuntos en el are, el agua o la tierra o conservarlas en la casa, porque de hacerlo la persona queda en desacuerdo “con la fe de la Iglesia". Estas se deben conservar en un lugar sagrado, y es preferible que el muerto no sea cremado, sino enterrado. Las instrucciones fueron divulgadas días antes del Día de Difuntos, 2 de noviembre, en el cual los fieles recuerdan a sus muertos y oran por ellos. Cabe recordar que la Iglesia católica solo permitía anteriormente el entierro de los muertos, bajo el argumento de la esperanza en la resurrección. Pero en 1963, el Vaticano autorizó explícitamente la cremación siempre que no implicara una negación de la fe en la resurrección.
 

Ahora de la mano del Papa la Congregación para la Doctrina de la Fe ha redactado un nuevo documento con el nombre de "Instrucción Ad resurgendum cum Christo", en la que explica que aunque la Iglesia sigue prefiriendo la sepultura de los cuerpos, aunque sigue aceptando la cremación, pero ahora se prohíbe esparcir las cenizas en cualquier lugar o mantenerlas en casa. La prohibición es tan fuerte, que según la Iglesia católica, hasta se podrá negar el servicio funerario a una persona, si se sabe o si se establece que las cenizas serán arrojadas al aire, en la tierra o en el agua o en cualquier otro lugar que no sea el indicado. Además, advierte que "en el caso de que el difunto hubiera dispuesto la cremación y la dispersión de sus cenizas en la naturaleza por razones contrarias a la fe cristiana, “se le ha de negar las exequias”.
 

Para la Iglesia, "la conservación de las cenizas en un lugar sagrado puede ayudar a reducir el riesgo de sustraer a los difuntos de la oración y el recuerdo de los familiares". Agregan, "se evita la posibilidad de olvido, falta de respeto y malos tratos, que pueden sobrevenir sobre todo una vez pasada la primera generación, así como prácticas inconvenientes o supersticiosas". Para la Santa Sede “Para resucitar con Cristo” es importante la sepultura de los muertos, y en caso de una cremación, la conservación de las cenizas. Dijo que  “siguiendo la antiquísima tradición cristiana”», prefiere que los cuerpos de los difuntos sean sepultados en los cementerios u otros lugares sagrados porque con ello se demuestra un mayor aprecio por los difuntos.
 

Pese a ello informó que no prohíbe la cremación, a no ser que haya sido elegida por razones contrarias a la doctrina cristiana, y recuerda a los católicos, que en el caso de optar por la cremación, las cenizas del difunto, deben mantenerse en el cementerio o, si es el caso, en una iglesia o en un área especialmente dedicada a tal fin por la autoridad eclesiástica competente. En muchos países por los altos costos, más del doble de una sepultura en tierra, o por petición precisa del difunto, los familiares hacen la cremación del difunto, y las cenizas por lo regular quedan en alguna iglesia, o son arrojadas donde la persona lo indico, ahora los católicos deberán debatir si siguen o no realizando esta práctica, luego de la prohibición que anunció el Papa. .