Santa adelantó la navidad en Toronto: VER FOTOS

Por Ciro Alquichire V. Con multitudinario desfile, Santa Claus, celebra los 109 años de su gran parada. Los que lo vieron lo sintieron y disfrutaros, revivieron el espíritu de la navidad. Casas de galletas, renos, gansos, pingüinos y pulpos gigantes, osos de múltiples colores y tamaños, payasos en todas sus versiones y colores, muchas bandas de los colegios y ciudades cercanas a Toronto, hombres, mujeres y especialmente niños disfrazados para la ocasión, dieron vida a una fiesta multicolor, que realmente revive en los que lo ven y los disfrutan, ese espíritu de la navidad que todos llevamos dentro, aun siendo adultos.

TORONTO.- Más que una parada, el gran desfile de Santa Claus en Toronto, fue toda una fiesta navideña adelantada para grandes y niños. Miles por no decir casi un millón de personas, disfrutaron del gran espectáculo que desde hace 109 años se realiza en la ciudad, convirtiéndolo en uno de las más grandes y antiguos del mundo. 

Desde tempranas horas del domingo, sin importar el frio, la neblina o bruma, familias completas prácticamente acamparon a lado y lado de la vía, por donde se realizaría el largo recorrido del gran evento con el que se da inicio a las fiestas decembrinas en Canadá.

Muñecos gigantes, muchos osos, blancos, grises, negros y de todos los colores, payasos en todas sus formas y versiones, carrosas bellamente decoradas, donde brillo la de la esposa de Santa Claus, y la del mismo Santa con sus renos, que cerró con broche de oro el desfile, hicieron que un día gris, tuviera muchos colores, desde el parque de Christie, hasta el centro de Toronto, donde termino la gran parada, después de más de 6 horas de recorrido por dos de las principales calles de la ciudad, Bloor y University.

Sin lugar a dudas los niños, que con su inocencia creen que están viendo en vida la llegada de Santa Claus en Toronto, hacen que hasta en los más duros corazones, brille la ternura, porque sus expresiones son tan espontaneas cuando lo ven, que cualquiera se siente transportado a esos años donde todo creamos en ese hombre de barbas blancas que vive en el polo norte y que en Latinoamérica llamamos Papá Noel, porque realmente se ve paseando por la ciudad.