Crece el rechazo a Trudeau por el mal manejo de las protestas de los indígenas

La mayoría de los canadienses (60 por ciento) no aprueba como el primer ministro Justin Trudeau y ha manejado las protestas y los bloqueos con los que cientos de manifestantes en el país se oponen a un proyecto petrolero que afectaría una comunidad indígena. Las acciones de los manifestantes durante semanas bloqueando importantes vías, puentes y la red ferroviaria del país, para muchos dejan ver la debilidad del Gobierno frente al grave problema y la falta de una solución a los planteamientos de las comunidades aborígenes que se oponen a la construcción de un gasoducto que atravesará su territorio en una reserva natural en Columbia Británica.

EDITORIAL.- Los canadienses siguen reprochando al Gobierno por el mal manejo que le ha dado a las protestas de las comunidades indígenas, según lo revela una última encuesta realizada por LPSOS para Global News, donde Justin Trudeau se raja en la solución del conflicto que se ha creado entre la empresa privada y las comunidades aborígenes, apoyadas por grupos ambientalistas.  

Según el sondeo de opinión el 60 por ciento de los canadienses no aprueba el gobierno actual, cifra que se sube al 62 por ciento, cuando se les pregunta sobre el manejo de las protestas que han bloqueado intermitentemente líneas de ferrocarril, carreteras, cruces fronterizos y acceso a edificios gubernamentales durante casi un año.

Solo el 40 por ciento cree que Trudeau ha realizado un buen trabajo, desde que llegó al poder en las pasadas elecciones de otoño. Cabe recordar que el Primer Ministro siempre ha mantenido una gran aceptación dentro y fuera del país, pero ahora sigue cayendo en las encuestas.

Las manifestaciones en todo el país contra el actual Gobierno Liberal y las mineras involucradas en el proyecto del gaseoducto, en solidaridad con la comunidad de Wet'suwet'en, siguen creciendo, apoyo en muchas oportunidades representado con bloqueos a vías, generando enfrentamientos entre los que apoyan la causa ambientalista y la policía, lo que ya ha forjado a las autoridades a realizar varios arrestos.

Algunos canadienses ya creen que por el bien económico del país y las personas afectadas por los bloqueos, el Gobierno debe intervenir de una mejor forma para mantener el orden público, mientras otros consideran que se debía respetar lo que piden las comunidades indígenas, lo que pondría fin a las protestas.

Trudeau se ha enfrentado a las críticas de los conservadores, algunos primeros ministros y los grupos empresariales que señalan que una falta total de acción del Gobierno para terminar con los bloqueos. Si bien el Primer Ministro condenó inicialmente una llamada del líder conservador Andrew Scheer para que interviniera la policía y despejara las vías bloqueadas, solo cuatro días después aceptó que los diálogos con los manifestantes no estaban avanzando, mientras los bloqueos aumentaban.

El rechazo contra Trudeau aumentó luego que la policía comenzó a romper las marchas y los bloqueos con fuerza. Los uniformados recibieron la orden de desbloquear las vías del tren en  Belleville, Ontario, pero esto generó un aumento de marchas en solidaridad con los indígenas.

Ante el rechazo por la falta de acciones o por enfrentar a los manifestantes con fuerza, el primer ministro instó a los canadienses a tener paciencia mientras se adelantan unos diálogos con las comunidades en busca de una solución transitoria que por ahora ponga fin a los bloqueo y se estudien alternativas que pongan fin al conflicto de fondo.  El problemas es que ahora las opiniones que respaldan la intervención de la policía son más fuertes en gran parte del país, lo que tiene a Trudeau en medio de las dos fuerzas.