Las ciudades más caras para vivir o viajar en Suramérica

Mediante un estudio realizado por la consultora Mercer Global, entidad que revisó el costo de vida de las principales ciudades del mundo, se pudo establecer cual es el ranking de las ciudades más costosas de Latinoamérica, la encabeza Sao Pablo en Brasil, ubicada en el puesto numero 12 en todo el mundo, seguida por Río de Janeiro que quedó en el puesto 13 del top mundial.

La lista la continúan Caracas, la capital de Venezuela, que esta en puesto 29 en el mundo, cuarta Brasilia, en el lugar 45 del ranking global y quinta Bogotá, la capital colombiana que subió 10 puestos entre las ciudades más caras del mundo, seguida por Santiago de Chile (puesto 74 en el mundo) que quedó en el 6 lugar a nivel suramericano y séptima Montevideo.

Lima, en Perú fue considerada como la octava ciudad más cara de América Latina, en tanto que Buenos Aires, es la ciudad latinoamericana que más se encareció en los últimos años, y ya se encuentra en el puesto 121 en el mundo y el noveno en Sudamérica. Subió 38 puestos en tan sólo un año.

Pero si usted es de los que quiere vivir en una ciudad barata le tocó irse a Cuba, porque La Habana esta entre las más baratas del mundo y la más económica en Latinoamérica.

En el mundo Tokio es la ciudad más cara, seguida de Luanda, en Angola, a la segunda posición. Osaka, Japón que es la tercera posición. Moscú está en la cuarta posición, y Ginebra, Suiza, en la quinta. Singapur y Zúrich comparten el sexto puesto, subiendo uno y dos puestos respectivamente desde 2011. Ndjamena, Chad, desciende cinco posiciones, pero Hong Kong mantiene su noveno puesto.

El análisis para establecer el top de la ciudades más costosas del mundo se basa el los costos de vivienda, alimentación, recreación, ropa, enseres domésticos y transporte, entre otros ítems que se tienen en cuenta para hacer el estudio.   Lo analistas toman a Nueva York como ciudad de referencia para todas las demás ciudades que son comparadas.

El Estudio de Costo de Vida Internacional de Mercer Global, cubre 215 ciudades en cinco continentes y mide el costo comparativo de más de 200 rubros en cada lugar.

Inmigrantes que llegaron a Estados Unidos siendo menores de edad no serán deportados

Barack Obama, presidente de EE.UU. y quien se encuentra en plena campaña electoral, anunció la suspensión temporal de la deportación de cientos de miles de niños y jóvenes inmigrantes sin estatus legal, que ya no podrán ser devueltos a su país de origen, al menos durante los próximos dos años.

Aunque no ha logrado cumplir sus promesas de campaña de una reforma al sistema de inmigración que permita a los estudiantes conseguir en residencia permanente, Obama logró una especie de amnistía para los jóvenes, que ahora podrán solicitar un permiso de trabajo o estudiar sin complicaciones.

Los beneficiados serán todos los indocumentados que no tengan antecedentes penales que llegaron a Estados Unidos cuando tenían menos de 16 años de edad y que en la actualidad tienen menos de 30años.

Otro de los quesitos especiales para poder ingresar al programa que detiene una deportación, es que se hayan graduado de una escuela secundaria o que sirvan en el Ejército.

Aunque la medida es transitoria, estos jóvenes gozarán de dos años de amnistía y podrán solicitar permisos de trabajo, explicó un comunicado del Departamento de Seguridad Interior, citando a la secretaria Janet Napolitano.

Medios de comunicación como el diario estadounidense 'The Washington Post', destacan que el anuncio se da justo una semana antes del encuentro del presidente Barack Obama con miembros de la Asociación de Funcionarios Latinos Electos en Orlando, por lo que consideran se trata mas de una estrategia para ganar el voto hispano, que un verdadero cambio de política de migración.

Lo malo es que el programa aunque da un respiro a estos inmigrantes al menos por dos años, no permite que ellos obtengan la ciudadanía por este camino.

Para los estudiantes universitarios que están luchando para que les den un estatus legal la medida es buena, pero incompleta, buena porque no serán deportados, perseguidos y podrán trabajar legalmente y mala porque aun quedan en un limbo jurídico, sin ser norteamericanos y sin pertenecer a ningún país.

No es justo expulsar a cientos de miles de jóvenes con talento que "son estadounidenses de corazón" y han hecho "contribuciones extraordinarias" al país, dijo Obama al anunciar el cambio migratorio.