México requiere aumentar salarios, si quiere que se firme TLC con Canadá y EE.UU.
05 de Noviembre de 2019 a las 05:28
López Obrador promete que va cumplir y pidió cuatro años para implementar el cambio
El gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, está buscando la forma que Canadá y Estados Unidos firmen antes de fin de año el Tratado de Libre Comercio (TMEC), pero para ello requiere hacer una reforma laboral, que entre otras cosas les mejore los salarios a los trabajadores de este país. El Presidente mexicano prometió al Congreso Norteamericano que cambiará las leyes, para que se acelere la aprobación, pero para ello pidió un plazo de 4 años, para cambiar el modelo laboral de su país. Además ha prometido a los estadounidenses que el salario mínimo en México aumentará al menos un 2% por encima de la inflación cada año.
MEXICO.- El Gobierno de México busca que se firme el Tratado Comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), antes de fin de año, pero el acuerdo comercial debe pasar por el Congreso de Estados Unidos para su aprobación, y gran parte de sus miembros le dijeron al mandatario que no votarán a favor, hasta tanto no se aprueben mejores condiciones labores para los trabajadores de su país, entre ellos mejorar los salarios, para que exista una competencia igual entre los tres países, algo que también ha pedido el Gobierno de Canadá.
Si bien el Congreso de México ya aprobó el acuerdo, que reemplazará al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), creado en 1994, también necesita la ratificación de los legisladores de Estados Unidos y Canadá, que aún no votan.
El gran problema del presidente es tiempo para hacer la reforma laboral que se requiere, por ello López Obrador escribió una carta a los congresistas estadounidenses en la que se compromete a cumplir en los próximos cuatro años, pero también para pedirle su apoyo para que el tratad se firme antes de fin de año, porque su gobierno tiene la convicción de que se mejorarán los salarios de los trabajadores. "Vamos a aplicar esta política laboral en favor de los trabajadores; que va a haber libertad e independencia sindical", dijo López Obrador.
En la carta de cinco folios, que quiere servir como garantía, el presidente mexicano explicó a los legisladores estadounidenses los pasos que México dará para implementar la nueva reforma laboral. No escatimó en detalles porque su objetivo era convencerlos de agilizar la aprobación del TMEC. En el último mes, el Gobierno mexicano ha movilizado toda su influencia en Washington para conseguir que el acuerdo comercial atraviese los pasillos del Capitolio antes de terminar el año. La misión parece improbable.
El empuje a contrarreloj del Gobierno mexicano ha sido extraordinario. Incluso el subsecretario para América del Norte, Jesús Seade, aseguró la semana pasada en términos culinarios que la votación del tratado está “a punto de turrón”. La afirmación viene después de que los congresistas demócratas —líderes de la mayoría en la Cámara de Representantes y los encargados de llevar los temas a votación— objetaron sobre la capacidad de México para cumplir con los puntos relacionados a los derechos laborales en el acuerdo. La duda, desahogada en la carta de López Obrador, se convirtió en un plan a cuatro años para cambiar el panorama laboral en México.
La reforma laboral que debe hacer México involucra un desembolso de 900 millones de dólares en los próximos cuatro años para cambiar el sistema de justicia laboral y lograr que las disputas entre trabajadores y patrones se resuelvan con más rapidez. El nuevo proceso incluye también la creación del Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral, un edificio de 23 millones de dólares donde los conflictos laborales se analizarán en un máximo de 45 días antes de llegar a los tribunales. Además, la nueva ley del trabajo también garantiza que las elecciones de los líderes de sindicatos se lleven a cabo a través del voto directo, algo que hasta ahora no sucedía en todas las organizaciones gremiales.
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